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Infertilidad en hombres y sus razones psicológicas

Agencia | 06/05/2019 | 01:33

Las dificultades para embarazarse generalmente tienen un origen físico y se deben a factores tanto masculinos como femeninos, e incluso, en algunos casos nunca se llega a saber cuál es la causa, pero qué pasa con la infertilidad masculina y cómo afecta tu psique.

 

La OMS define infertilidad como la incapacidad de una pareja sexualmente activa, que no emplea métodos anticonceptivos, de lograr el embarazo en un plazo de un año. 

 

De manera general, algunas de las causas físicas en el hombre abarcan: alguna enfermedad, baja producción de espermatozoides o una función anormal de los espermatozoides, desequilibrios hormonales, lesiones u otros problemas de salud; cuando se ha descartado esta parte, es importante pensar si los problemas para concebir no tienen que ver con factores psicológicos que no siempre son fáciles de identificar. 

 

La psique en la infertilidad 

Recordemos que existen factores de índole consciente e inconsciente relacionados con diversos malestares psíquicos y físicos. La depresión o la ansiedad no sólo tienen que ver con aquellas causas que podemos nombrar y pensar (presión laboral, estrés, problemas económicos, historia de vida difícil, etc.), también tienen su origen en factores que ni siquiera nos pasan por la mente y que sólo con un tratamiento psicoterapéutico profundo se pueden ir descubriendo.

 

Así también, las dificultades e incapacidad para embarazar a una mujer, algunas veces tienen un origen psicológico. Por un lado, existen factores relacionados con la idea de convertirse en padre que se mezclan con dificultades previas de cada quien: miedos, incertidumbre, presión social y de  pareja, ansiedad y depresión, pueden provocar cuadros en los que el hombre no puede dormir bien, no lleva una alimentación saludable, tiende a fumar, beber alcohol o a consumir otro tipo de drogas.

 

Todo esto afecta tanto el desempeño sexual, como la calidad del esperma. A veces es necesario cambiar algunos hábitos, bajar de peso y tener un seguimiento médico y psicológico para poder librar obstáculos de origen psíquico pero que tienen un impacto en lo físico. 

 

¿Qué pasa si hay infertilidad y estás sano?

Existen dificultades psíquicas más profundas, me refiero a los casos en los que el hombre lleva un estilo de vida saludable, no tiene ningún problema médico y aún así no puede embarazar a su pareja. En estos casos hay más complejidad, ya que, cuando en la mujer tampoco existen problemas de origen biológico, no se puede saber si los obstáculos mentales corresponden a él, a ella, o a ambos. Lo importante es enfrentar el problema como pareja y que cada quien indague sobre el significado de la infertilidad y sobre EL DESEO de convertirse en padres. No es lo mismo querer embarazar a una mujer que desear convertirse en padre, el embarazo es un hecho biológico, la paternidad es proceso bañado por el deseo de cuidar a un niño, de crearlo y de criarlo, acompañarlo en su crecimiento.

 

Ser padre va mucho más allá de lograr un embarazo a término, implica un gran deseo. Actualmente las cosas han cambiado, por un lado, de manera responsable, se reflexiona mucho más sobre la paternidad y la maternidad, muchas personas piensan si en verdad quieren o no convertirse en padres. Por el otro, los niños de pronto son vistos como objetos, como trofeos que hay que obtener para cumplir con estándares sociales, y a la vez, como cargas económicas y emocionales. Si bien un hijo implica un gran gasto de energía, es también, un motor de vida, siempre y cuando su nacimiento provenga del deseo y no del “deber o del ideal”.

 

En conclusión

Lo recomendable para aquellos hombres que desean tener un bebé y no han podido, independientemente de las cuestiones físicas, e incluso para quienes apenas lo van a intentar, sería que indagaran sobre su deseo, sobre su relación de pareja, y sobre la relación  con sus propios progenitores.

 

¿De dónde viene el deseo de convertirse en padres? ¿Quieren un hijo o también quieren ejercer su paternidad? ¿Qué le quieren transmitir a ese niño? ¿Saben lo importantes que serán como padres para el desarrollo de sus hijos? ¿Qué miedos, dudas y expectativas tienen sobre la paternidad? ¿Saben que ese bebé será demandante y que ellos serán los encargados de cubrir esas demandas y de ayudarlo a crecer? Estas y más preguntas son las que todos deberíamos plantearnos antes de un embarazo y son también las que pueden servir de guía para desenredar los nudos que giran en torno a la infertilidad. Poder o no convertirse en padre no sólo es un hecho marcado por factores biológicos, sino que implica deseos y temores psíquicos, importantes de explorar.