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¿Por qué te enfermas al regresar de vacaciones?

Agencia | 20/04/2019 | 19:57

Seguro te ha pasado: por fin te autorizan tus preciadas vacaciones en la oficina, sales, disfrutas y cuando estás a punto de reincorporarte a tu rutina, ¡aaachú!, te enfermas, generalmente un día antes. Si te identificas, descubre por qué te enfermas al regresar de vacaciones.

 

Es todo un clásico enfermarse uno o dos días antes de volver al trabajo o la escuela, hace poco me pasó, regresé de viaje y ¡me enfermé!, casi casi en cuanto puse un pie en mi casa.

 

En un punto llegué a creer que se trataba de alergia al trabajo, la rutina, incluso mi casa, porque, claro, los hoteles son más higiénicos. Además, es triste, porque eso significa que la enfermedad te va a robar la batería que habías recargado durante esos días de descanso con el objetivo de reincorporarte con energía a tus actividades.

  

Afortunadamente (o tristemente), los especialistas no consideran que sea alergia al trabajo o que debas regresarte a aquel lugar donde estuviste durante tus vacaciones para recuperarte, es más, es muy probable que ese lugar te haya enfermado. ¿Cómo?

 

Una de las posibles razones es haberte expuesto a virus extraños. Así es, aunque los virus son similares en todo el mundo, existen pequeñas variaciones a las que nuestro cuerpo no está acostumbrado y, contrario a lo que pasa con los de nuestro lugar de residencia, no tiene inmunidad contra ellos, por lo tanto, logran enfermarte más fácil.

 

Eso sin dejar de lado que, durante las vacaciones, en especial el regreso, tiendes a estar en lugares cerrados. Ya sea que viajes en avión o autobús, éstos son lugares bastantes propensos a enfermarte, pues mucha gente tose, estornuda o toca cosas con las que después estarás en contacto.

 

Y ¡también tu estómago lo resiente! Quizá te salves de la gripe, pero no del estómago, de hecho, es probable que incluso hayas sufrido alguna molestia durante tu viaje, algo muy común en especial en temporada de calor y al comer principalmente en la “calle” o platos muy diferentes a los que sueles consumir.

 

Incluso puedes ser la única víctima, pues cada cuerpo es diferente. Una vez me tocó coger una infección estomacal regresando de un viaje por comer el mismo coctel de frutas que el resto de mi familia. Definitivamente, los virus pueden pescarse en cualquier lugar. Eso sin dejar de lado que en esos días también acostumbramos comer de más y terminamos pagándolo de regreso.

 

Afortunadamente, estas enfermedades generalmente son leves, más parecidas a un resfriado cuando son respiratorias y a una ligera infección cuando es en el estómago. Sin embargo, sí es importante consultar a tu médico, pues, aunque suelen no ser graves, siempre existe la posibilidad de contagiarte de algo más, en especial si tu viaje fue al extranjero.

 

¿Cómo prevenirlo? Lavándote las manos, buscando lugares higiénicos para comer, evitar cosas crudas y agua de dudosa procedencia. Asimismo, evita ponerte las manos en la cara y, mucho menos, llevártelas a la boca después de estar en contacto con cosas de uso común… Sí, lo hacemos sin pensar, pero es importante tomarlo en cuenta.

 

También, si sales del país, es básico llevar tu esquema de vacunación completo, desde influenza, hasta otras más específicas según tu destino.

 

En conclusión, si quieres evitar pasar los días posteriores tumbada en la cama, no bajes la guardia durante las vacaciones. Claro, es tiempo para disfrutar, pero recuerda que siempre cuidar tu salud debe ser prioridad.