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Los peligros de la arena de la playa para ti y tu familia

Agencia | 18/04/2019 | 03:38

Si amas la playa, estarás de acuerdo con que una de las mejores sensaciones es quitarte las sandalias y sentir la arena en tus pies. Sin embargo, aunque no lo creas, este elemento no es tan inocente como siempre te lo habían pintado. Te decimos los peligros de la arena de la playa para ti y tu familia.

 

Cuando pensamos en playa, inmediatamente nos viene a la mente el sonido del mar, el sol bronceando tu piel y la arena exfoliando tus pies, ¿cierto? Si desde chiquita éste ha sido uno de los destinos vacacionales más frecuentados por ti y tu familia, seguro creciste haciendo castillos de arena, dejando que las olas te revolcaran y enterrándote en ella.

 

Lamentablemente, con el tiempo se ha descubierto que la arena no es 100% inocente, pues más allá de incomodarte al meterse en tus sandalias o traje de baño, puede provocar otros efectos en tu salud. Conoce algunos de estos peligros y evita que tú o tu familia sean víctimas:

 

Quemaduras en los pies

La arena de la playa puede alcanzar temperaturas muy altas, pues absorbe el calor de los rayos del sol a lo largo del día. De ahí que, a ciertas horas, caminar con sandalias o hacerlo lo más rápido posible para llegar al mar, sea la mejor opción.

 

Lo menos que puede provocarte es enrojecimiento o alguna ampolla leve, pero lo más peligroso ocurre si pasas mucho tiempo con los pies descalzos, pues incluso podrías sufrir quemaduras de segundo grado y terminar en emergencias. Para evitarlo, no olvides utilizar sandalias o zapatos especiales para andar en la playa y aplica protector solar también en pies y plantas.

 

Parásitos

Enterrar los pies, incluso todo el cuerpo, en la arena, es algo que todos hemos hecho, y quien diga que no, se ha perdido de uno de esos pequeños placeres de la vida. Desafortunadamente, como algunas cosas buenas, hacerlo puede tener repercusiones sobre tu salud si no tomas tus precauciones.

 

Según especialistas, en la arena no sólo viven conchitas o cangrejitos, también parásitos, esto porque las lombrices depositan ahí sus huevecillos. No pasaría nada de no ser porque en ocasiones estos pueden entrar a través de tus pies y provocar una infección conocida como anquilostomosis.

 

Por lo tanto, si después de haber enterrado alguna parte de tu cuerpo en la arena (o simplemente estar en contacto con ella), te da comezón, tienes ampollas, náuseas, vómito o diarrea, consulta a un médico.

 

Infecciones de la piel

Según estudios, otros inquilinos no deseados de la arena en algunas playas, principalmente las tropicales, son los estafilococos, quienes pueden causar infecciones cutáneas. El problema recae en que son resistentes a varios antibióticos, además de poder contagiarse de una persona a otra.

  

Bacterias

Desafortunadamente, al no siempre ser los lugares más limpios, las playas y, en este caso, la arena, también pueden contener bacterias como E. Coli, conocida por provocar infecciones intestinales.

 

Esto ocurre cuando la arena tiene contacto con agua contaminada con heces fecales o cuando algún animal o incluso humano, defecan en la playa. Aún no está 100% comprobado que tengan la capacidad de enfermarte, lo mejor es lavarte las manos después de tocar la arena y cuidar que los niños no se lleven los grano o palas a la boca.

 

Hongos

Si creías que en la playa estabas más protegida que en la alberca, malas noticias: los hongos también viven en la arena, lo cual puede llevar a contraer infecciones principalmente en la piel o uñas.

 

Claro, esto no significa que debas ponerte un traje de buzo o evitar ir a la playa, simplemente tomar precauciones como tratar de no enterrarte en la arena, darte un baño o simplemente enjuagarte después de haber estado en contacto con este elemento, además de evitar comer con las manos sucias.

 

Es cierto que quizá has ido por años a la playa sin contraer infecciones, pues no en todas corres el mismo porcentaje de riesgo, sin embargo, siempre será importante prevenir, sobre todo cuando se trata de los más pequeños.