Miguel Angel Guerrero | 18/04/2019 | 00:51
Espectacular amaneció este miércoles el centro histórico de la capital al lucir sus principales plazas libres de las lamentables y horribles estructuras que suelen instalar los vendedores ambulantes y, en particular la plaza de armas ya sin los plantones que desde hace semanas mantenían las organizaciones sindicales de burócratas estatales como forma de exigir atención a sus demandas laborales.
Como sea, el caso es que la zona centro empezó a verse libre de puestos de vendedores ambulantes que por tradición, solapamiento u omisión de las autoridades por costumbre han venido ocupando espacios en las plazas que registran la más elevada concurrencia de personas contaminando con su desastrosa presencia el paisaje de los atractivos arquitectónico- monumentales que constituyen.
Con su retiro, se garantiza que no habrá problema alguno para que la celebración de la procesión del
silencio se lleve a cabo sin obstáculos ni conflictos que la pongan en riesgo o puedan obligar a modificar la histórica traza procesional como amenazaban los organismos sindicales por su amenaza de mantener los plantones.
De acuerdo a lo divulgado vendedores y manifestantes burócratas comenzaron a retirarse desde la tarde- noche del martes como resultado de las negociaciones acordadas entre ellos, funcionarios municipales y la secretaría general de gobierno que operaron con la vista puesta en evitar que corriera peligro la procesión del silencio, el máximo evento religioso de las festividades de semana santa en SLP lo que lograron exitosamente como lo demuestra el centro histórico limpio de vendedores y manifestantes.
No obstante, lo negociado y sus buenos resultados llevan a cuestionar sobre esa malsana inclinación de los miembros de las administraciones municipales y del gobierno del estado de esperar hasta que está a punto de romperse la liga para operar en la resolución de conflictos de ese tipo que año con año se repiten cuando podrían prevenirse evitando que los ambulantes vayan acumulándose en las plazas a lo largo del año con todo y que con ello se eche a perder el negocio que debe representar para algunos funcionarios permitirles que se
instalen indebidamente pues es de sobra conocido que pagan por debajo del agua una cuota diaria por consentir sus vendimias en esas zonas privilegiadas.
Lo lamentable de esta plausible acción de limpia es que también refleja el fracaso de todos los esfuerzos hechos desde hace muchos años por reubicar a los ambulantes del centro entre los que puede contarse el enorme gasto para construir un lugar que pudiera alojarlos como fue el del famoso “tepeché ahora convertido en un remedo de estacionamiento destinado a no ser útil para lo que fue comprado el terreno a un costo millonario en fin, lo bueno es que se actuó con prontitud y eficacia para evitar daño al principal atractivo turístico semanasantero de SLP…