Si quieres ser feliz, empieza por confiar en ti

Que el aceptarse y quererse a uno mismo está ligado de forma directa a la felicidad, es una de las nociones que ya predicaba el budismo hace más de dos milenios. Pero en una sociedad en la que prima la inmediatez y en ocasiones las apariencias, la conexión con uno mismo parece estar relegada a un segundo plano.

“Quererse a uno mismo, es querer a la vida, y por tanto, ser feliz aceptándola” cuenta el experto en “coach” Curro Cañete en una entrevista, durante la presentación de su libro “El poder de confiar en ti”.

Cañete, de formación periodística y jurista y de profesión terapeuta especializado en éxito y felicidad, llegó a la conclusión tras varios años ejerciendo el “coaching” de que unas personas conseguían ser felices y otras no, cuando muchas veces, no era cuestión de las circunstancias que estas vivieran, sino de la predisposición de la mente. Es decir, de la forma de ver e interpretar la vida.

Creer es crear

Así es como el autor decidió tratar de compilar en un libro la importancia de educar a la mente, y de confiar en uno mismo para poder alcanzar objetivos, y ser feliz. Un fin en la vida al que aspirar de forma general es más que evidente, pero que muchas veces se ve truncado por patrones mentales.

Conseguir la felicidad, además de un concepto abstracto, es una meta deseada por todos los mortales. Pero, ¿Por dónde hay que comenzar? El terapeuta recalca que “es indispensable aumentar el amor a uno mismo”, afirmando que “muchas veces se nos olvida hablarnos con cariño, y emitimos juicios duros hacia nosotros mismos”.

La solución, según cuenta, es “tratar de ser tu mejor amigo, ya que cuando tú mismo estás de tu lado, la vida transcurre de una forma mucho más agradable”. Una de las estrategias para llegar a ello según argumenta, es “hablarte con cariño, como lo harías con tus seres queridos”.

Cañete insiste en que “mucha gente no es consciente del poder de la mente, que puede destruirte o ser tu mejor aliada hacia metas y objetivos”, cuenta, resaltando que todo depende del “enfoque” que se le de a las situaciones.

“Creer es crear”, y es un proceso largo, pero “educar la mente en la positividad cambia tu percepción de la vida, así como las relaciones”, afirma sobre cómo en la mayor parte de las ocasiones tiene mayor relevancia la forma de enfocar los acontecimientos de la vida que estos en sí.

Interpretar la realidad “en favor hacia uno mismo” comienza por el sencillo paso de “ser consciente y tener la intención de hacerlo”, saliendo del bucle de las quejas y negatividad en el que a veces es fácil estancarse, persiguiendo el objetivo de mirar la vida de manera positiva “suceda lo que suceda” en esta.

Caerse es inevitable

Haciendo alusión a las etapas de negatividad, el “coach” señala que la mente crea en ocasiones “vacíos negativos, algo totalmente normal, ya que no podemos mantenernos positivos todo el tiempo”, cuenta, abordando el concepto de cómo las emociones no son lineales, y como los altibajos emocionales son algo completamente normal en la mente de todos los humanos.

Respecto a cómo hacer frente a este tipo de emociones, Cañete lo tiene claro: “No te creas todo lo que tu mente te diga, observa los pensamientos negativos sin apegarte a ellos, siendo consciente de que pasarán” cuenta.

“La vida es como ir en tabla de surf, caerse es inevitable, pero es importante detectar cuando te tambaleas, para saber hacerle frente, y estar siempre dispuesto a subir de nuevo, independientemente al motivo de la caída”.

Así es como resalta la importancia de detectar los pensamientos perturbadores, lo que hará mucho más sencillo identificar de dónde provienen, y ponerle solución, siendo consciente de que estos existen y están ahí, pero sin permitir que generen angustia o agobio.

“Todo se puede enfocar positivamente” cuenta, “es importante no agobiarse, ya que si no se consigue en el presente, siempre acaba llegando”. Otro de los trucos es, según el terapeuta “engañar a la mente”, tratando de relajarla con música, deporte, o actividades agradables; “Una vez la mente se relaja, los pensamientos negativos se transforman solos en positivos”.

También se puede educar la mente en la postividad y la autoconfianza a través del establecimiento de “metas cortas”, para así poder superarlas con facilidad ganando en autoestima. “Puedes comprometerte contigo mismo en un solo segundo, y esa promesa puede cambiar tu vida por pequeña que sea” argumenta.

Pequeños pasos que son indispensables para realizar la carrera de fondo que es la vida, y para llegar hacia la meta de la felicidad disfrutando de las vistas del camino.