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moda y belleza
Agencia | 16/04/2019 | 14:01
La exposición a los rayos UV es una de las principales causas del cáncer de piel.
Independientemente de las arrugas que provoca el sol, la piel se afecta más de lo que pensamos.
El cáncer de piel puede ser silencioso, pero éste se manifiesta en las zonas de la piel que están más expuestas al sol como rostro y brazos.
Cuando inicialmente presentamos quemaduras de sol, la piel se pone roja y arde, pero el daño se da en otras capas de la piel.
Los dermatólogos recomiendan utilizar protector solar todos los días. No importa si estás en la ciudad o en la playa, el sol causa el mismo daño en la piel.
Así como se aplica el protector solar en el rostro, también debe hacerse en cuello, manos y cualquier parte de cuerpo expuesta al sol.
Es muy importante usar lentes de sol, independientemente de la imagen, es necesario proteger también los ojos.
Los lentes deben tener certificación de protección contra rayos UV, de lo contrario no funcionarán.
El sombrero o gorro también protege del sol, es el complemento perfecto para tus lentes de sol.
En la alberca o dentro del mar podemos quemarnos más y es que por sentirnos frescos en el agua no notamos cómo nos afecta el sol.
Las manchas en la piel son una de las principales consecuencias de no protegerse del sol. Las ámpulas de sol provocan manchas en la piel a largo plazo.
Si por más que intentaste protegerte del sol ya te quemaste, te mostramos algunos remedios.
Después de una quemada de piel es muy importante mantener la piel hidratada.
El aloe vera es un gel que relaja la piel y tiene propiedades curativas para las quemaduras.
La caléndula tiene propiedades cicatrizantes y reduce el dolor y los procesos inflamatorios.
La clara de huevo contiene vitaminas y minerales que aportan a la reparación de la piel.
Para evitar ese ardor de piel, la tonalidad roja, las manchas en la piel y sobre todo el cáncer, debemos protegernos del sol.
