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El Salvador lanza marca de productos fabricados por presidiarios

EFE | 11/04/2019 | 19:46

El Gobierno de El Salvador lanzó este jueves la marca "Hecho con Esperanza" para comercializar los productos elaborados por los presidiarios, informó la Dirección General de Centros Penales (DGCP).
 
La fuente indicó que con esta marca se venderán los productos elaborados en el programa Industrias Penitenciarias de El Salvador (IPES), que contará con salas en las prisiones y en la capital para "promover los bienes y servicios producidos por privados de libertad".
 
Detalló que para la implementación de dicho programa se invirtieron más de 13,9 millones de dólares provenientes de la iniciativa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de fondos donados por Taiwán.
 
La DGCP apuntó que en 13 prisiones funcionan 91 talleres con 28 especialidades, en los que participan 28.000 internos a través del programa de rehabilitación "Yo Cambio".
 
"El modelo de gestión penitenciaria Yo Cambio es un referente a nivel nacional e internacional en cuanto a la rehabilitación y readaptación de los privados de libertad", acotó.
 
Sostuvo que estas acciones contribuyen a la "rehabilitación y reinserción social de los reos, para crear hábitos de trabajo y prepararlos en su reencuentro con la sociedad, bajo el principio de cero ocio carcelario".
 
Los centros penales de El Salvador albergan a unos 38.000 reos, cifra superior a la capacidad instalada, por lo que el país llegó a registrar una sobrepoblación de hasta el 400 % en años anteriores.
 
El ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, ha dicho en diferentes ocasiones que al final del Gobierno de Salvador Sánchez Cerén se prevé que la sobrepoblación llegue a un 130 por ciento, que será "muy inferior al promedio de la región".
 
En junio de 2016, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) declaró inconstitucional el hacinamiento en las cárceles y calabozos de la Policía Nacional Civil.
 
Las autoridades de seguridad de El Salvador clausuraron el miércoles una prisión en una localidad del noroeste del país, la segunda desde 2016, por su cercanía con zonas habitadas.