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Sao Paulo se rinde al rock de Arctic Monkeys

EFE | 06/04/2019 | 14:42

En una noche marcada por el pop, Sao Paulo se rindió el viernes a los veteranos de indie rock Arctic Monkeys, que entregó un explosivo concierto que contagió a unas 80.000 personas en la primera jornada del festival Lollapalooza, celebrado en el autódromo de Interlagos de la capital paulista.
 
Como manda la tradición británica, los primeros acordes del grupo británico sonaron exactamente a las 21 horas hora local (24 del sábado GMT) y el espectáculo arrancó con nada más nada menos que "Do I wanna know", la canción-símbolo que ha moldeado toda una generación.
 
El incendiario repertorio mezcló además clásicos como "Why you'd call me when you're right" o "Arabella" con sencillos de su último álbum, como "Tranquility Base Hotel + Casino" y "Four out of five".
 
La energía del vocalista Alex Turner se mantuvo inalterable a lo largo de casi dos horas y conquistó ya en el primer 'hit' a su legión de seguidores, quienes sostenían carteles con declaraciones de amor, tiraban osados regalos al escenario o simplemente sucumbían a las lágrimas.
 
Algunos aficionados han cruzado el país para prestigiar de cerca a sus ídolos, como es el caso de la estudiante Luana Aires, de 18 años, quien viajó unos 800 kilómetros para homenajear al grupo que ha formado su "identidad y personalidad musical".
 
"Yo crecí escuchando a Arctic Monkeys, ellos son parte de toda mi adolescencia. Fue gracias a ellos que empecé a escuchar rock y conocer otros grupos similares. He pagado un montón (de dinero), pero pagaría todo otra vez", asegura a Efe la estudiante.
 
Pero no solo de rock vive el Lollapalooza. El grupo brasileño Tribalistas conquistó a los asistentes con sus canciones suaves y alegres, tan características de la Música Popular Brasileña.
 
El trío conformado por Marisa Monte, Carlinhos Brown y Arnaldo Antunes dio el ritmo en Interlagos y pronto contagió a las miles de personas que se aglomeraban en la pista con su fusión de ritmos.
 
Mientras tanto, en un escenario paralelo, la sensación joven Troye Sivan causaba conmoción durante el concierto más reivindicativo de la noche, en una pequeña muestra de lo que sería la espectacular fiesta que tendría lugar pocas horas después con el DJ Tiësto.
 
En medio de una marea de banderas de la comunidad LGBT, el cantor sudafricano de 23 años embaló la multitud con un espectáculo corto, pero lleno de emoción, llanto y una mezcla de ritmos que iba desde el pop clásico hasta lo que hay de más actual en la música electrónica.
 
Antes de que diera las primeras notas de "Heaven", Troye declaró emocionado con el afecto del público: "Yo escribí esa canción sobre qué es ser homosexual y cuando veo ese mar de banderas LGBT, siento que todo saldrá bien porque tenemos unos a los otros". El público fue al éxtasis.
 
Ya el también artista pop Sam Smith calentó los corazones de los más románticos con baladas dramáticas como "Stay with me", "I'm not the only one" y "Too Good at Goodbyes".
 
Con una postura confiada, sonriente y seductora en el escenario, el británico de 23 años no ahorró en las letras nostálgicas y se mostró igualmente emocionado con el cariño que recibió del público brasileño.
 
"Las audiencias en Brasil son siempre las mejores. Gracias a todos, yo volveré siempre y cuando me quieran", avisó nada más empezar su presentación.
 
Por su parte, los igualmente británicos del The 1975 volvieron a pisar los escenarios del festival después de dos años y entregaron un concierto repleto de efectos visuales que trasladaron a los asistentes al interior de un smartphone.
 
El vocalista del cuarteto, Matt Healy, interpretó con maestría el personaje de un joven paranoico que pelea con la tecnología y tiene dificultades en encontrar su lugar en el mundo digital y constantemente conectado.
 
Asimismo, en su octava edición en Brasil, el Lollapalooza paulista tuvo ritmos que atendieron a todos los gustos, desde el indie de Portugal the Man hasta la guitarra clásica y más rockera de los brasileños Scalene.
 
Ya la fiesta y los géneros electrónicos estuvieron a cargo del rapper Macklemore y del DJ neerlandés Tiësto.
 
El rapero estadounidense convirtió los céspedes del autódromo en una animada pista de baile, aunque hubo momento en los que abandonó el estilo festivo de sus canciones para vociferar ácidas críticas contra la homofobia dentro del hip-hop.
 
El Lollapalooza de Sao Paulo se extenderá hasta el próximo domingo y se espera que unas 300.000 personas acudan al local en los tres días de festival.
 
El trío estadounidense Kings of Leon, el cantor Lenny Kravitz y el grupo irlandés Snow Patrol son algunos de los destaques del sábado, mientras el domingo el espectáculo estará a cargo de nombres como Interpol, el rapero Kendrick Lamar y los veteranos Twenty One Pilots.