En 2018 las ventas de autos nuevos en el país registraron su segundo año consecutivo de caída después de que en 2016 se alcanzaron cifras récord.
Sin embargo, en Tamaulipas y Yucatán, se registró un incremento de 2.2% y 0.3% de compradores de vehículos, de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Guillermo Rosales, director general adjunto de AMDA, comentó que la comercialización de autos nuevos se está concentrando en los niveles más altos de ingresos, es decir un segmento muy pequeño de la población que puede comprarse un auto nuevo en las condiciones actuales.
El año pasado se vendieron un millón 421 mil 458 vehículos nuevos, 7.1% menos que en 2017.
AMDA prevé que durante 2019 las ventas de autos también irán a la baja mes a mes, lo que resultaría en la colocación de un millón 358 mil autos nuevos para finales de año.
“Tendremos un punto de inflexión hasta 2020”, dijo Rosales.
Considerando los estados donde tradicionalmente se registra el mayor volumen de ventas de autos en el país, el número de compradores de carros nuevos cayó 13% en Ciudad de México, 20% en Estado de México, 8.4% en Jalisco y 4% en Nuevo León.
Sin embargo, en materia de flotillas el comportamiento de los compradores de vehículos fue distinto, pues en Campeche se incrementaron 54%, en Chihuahua 4.8%, en Coahuila 9.2%, en Hidalgo 5%, Nuevo León 7.7%, en Sinaloa 43% y en Veracruz 4.5%.
La compra de flotillas en estos estados se debe a que son centros de actividad manufacturera, industrial y agrícola muy importante, por lo que la necesidad de adquirir varias unidades para trabajar sigue impulsando la demanda de vehículos nuevos.
AMDA comentó que los factores que siguen afectando la venta de autos nuevos son los altos niveles de inflación, que cerró el año pasado en 4.8%, y con perspectiva para 2019 de que no logre los niveles de 3%.
También se percibe un riesgo en las tasas de interés, que seguirán en niveles altos y, por lo tanto, demandando mayores recursos para el servicio de deuda de los consumidores. Aunado a ello, se prevé que el Producto Interno Bruto crecerá debajo de 2%.
“Esto representa menos oportunidades de empleo, lo que vendrá a contribuir a una disminución de las posibilidades de adquisición de vehículos”, explicó Rosales, “así como una disminución del universo de consumidores con potencial para adquirir un vehículo, después de que finalicen los ajustes de nómina en el gobierno y en las empresas del Estado”.
Los distribuidores de autos también consideran el impacto de la ejecución de los nuevos proyectos del gobierno para ver cómo impactarán en la venta de unidades.
Con información de El Universal.
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