Los drones comprados en la pasada administración municipal, y que fueron anunciados como una avanzada solución tecnológica para combatir la inseguridad en el primer cuadro de la ciudad, resultaron ser inadecuados para labores de vigilancia y uno de ellos no fue entregado a las actuales autoridades, reveló a Plano Informativo el director de general de Seguridad Pública, Edgar Jiménez Arcadia.
Además de haber sido adquiridos a un precio muy superior al que tienen estos aparatos en el mercado, los drones no reúnen los requisitos para labores de vigilancia, ya que cualquier persona con conocimientos del sistema de navegación que utilizan podría manipularlos desde un control remoto diferente, explicó el titular de la corporación.
Por otra parte, dio a conocer que no se contaba con el personal capacitado para su manejo, ya que los equipos que se utilizan para actividades policíacas requieren ciertas características especiales y candados de seguridad, que estos no tenían.
Jiménez Arcadia dio a conocer que tampoco recibieron las facturas para saber cómo se hizo la transacción ni quien fue el proveedor de los equipos para el operativo que fue denominado “Ojo de Águila”, con el que supuestamente se erradicaría la inseguridad en el Centro Histórico.
Ante las anomalías y debido a que uno de los aparatos no se encuentra, el caso fue turnado a las áreas correspondientes para que determinen lo que legalmente procede.