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Los obstáculos más frecuentes para llegar a la caja del supermercado

Agencias | 22/02/2019 | 00:48

Hacer la compra apoyándose en una lista de productos necesarios puede resultar una tarea sencilla. Sin embargo, las cadenas de supermercados poseen un artilugio de maniobras para intentar que se compre más. A continuación, se muestran los doce errores más comunes en los que no se debe 'caer' al realizar la compra.
 
Los consumidores acuden a los supermercados sin tener en cuenta la estrategia de marketing que hay detrás de todo ello. Alejar los productos básicos del alcance de los clientes, la existencia de ofertas 'tentadoras' tipo 2X1 o ir sin haber comido previamente son algunos de los obstáculos con los que se encuentran las personas al rellenar el 'carro de la compra'.
 
Precisamente, la dimensión de los carros de la compra ha facilitado la idea de consumir más. El efecto óptico de visualizar más espacio engaña al consumidor e induce a introducir más alimentos en él, muchos de ellos prescindibles de la lista de productos estrictamente necesarios. El objetivo es incrementar la compra compulsiva.
 
Al mismo tiempo, los productos básicos están alejados de la sección principal para facilitar que compremos otros productos hasta llegar a ellos. "Disculpe, ¿la leche por favor?" es una pregunta clásica realizada por la clientela al empleado del supermercado. Alejar los productos básicos de la entrada del establecimiento es otra de las 'trampas' que utilizan las cadenas de alimentación para incorporar otros productos a la lista inicial que teníamos en mente. Entre los principales productos esenciales que sufren este recorrido se encontrarían: la leche, los huevos o la carne.
 
 
La fruta típica de la temporada, por ejemplo, se encontrará en un lugar visible intentando mostrar un aspecto más apetecible. De esta manera, la oferta se adecuará a la estación pertinente, y ofrecerá productos alternativos que en un principio no teníamos intención de comprar. 
 
A la entrada del local también encontraremos los productos que proporcionen mayor beneficio económico tipo bollería, productos preparados, o artículos de regalo. La intención es aumentar las ventas creando una sensación de facilidad como en el caso de los platos precocinados al prescindir de la tarea de cocina.
 
Las ofertas por cada rincón del establecimiento
La idea preconcebida de compra también se verá distorsionada al cruzarse con carteles de oferta que el cliente relaciona con ahorro. La cantidad duplicada de algo se convertirá en una necesidad cuando el precio facilite el consumo. Del mismo modo, el cliente será atraído por la propuesta del 2x1 donde se llevará a casa el doble de producto por el precio de un artículo y tendrá la sensación de haber hecho 'una buena compra'.
 
Otra estrategia utilizada por los supermercados será poner los productos que tienen intención de vender a la altura de la vista de las personas. El público potencial será elegido minuciosamente como ocurre en el caso de los niños, que pondrán a su altura las chucherías y productos que más desean.
 
Detrás de los productos azucarados se situarán los productos saludables como frutas y verduras. El objetivo es que los adquieras y así te sientas bien con tu compra, lo que va a provocar que sigas cogiendo cosas que en principio no tenías apuntadas en tu lista.
 
 
Otro de los cebos es el protagonizado por las fragancias, los empleados reparten muestras de colonia para cautivar al cliente. Un buen aroma creará en el consumidor una necesidad que acabará probablemente en la compra de ese producto de higiene. 
Las 'gangas' o productos con un precio muy accesible será otra forma de atraer la compra en el supermercado. Resistirse a un producto asequible para todos los bolsillos será otra prueba que habrá que afrontar.
 
Ir a hacer la compra sin tener nada en el estómago, la peor decisión
Uno de los principales errores en los que cae el cliente es en acudir a realizar la compra sin haber ingerido alimentos previamente. El "ir antes de comer" puede no ser la alternativa más correcta. Con mayor sensación de hambre, el organismo creerá necesario comprar más cantidad de productos que probablemente no necesitemos. En este sentido, cobraría fuerza la expresión común de "comer por los ojos".
 
El último reto antes de salir: las cajas
Antes de abandonar la superficie se encontrará la última prueba. Los chicles, chocolates, y productos secundarios serán otra de las sugerencias que tendremos a disposición en la zona de la caja. Una última oportunidad para ampliar la lista de la compra.