Tandas para el Bienestar, oportunidad para fortalecer cultura de pago

Las instituciones bancarias deben "mirar con buenos ojos" el programa de Tandas para el Bienestar, pues representa una oportunidad para construir una cultura de pago y acabar con la morosidad, consideró el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera.

Al ser cuestionado sobre si habrá un impacto negativo para ese sector financiero, el directivo calificó como “bueno” el proyecto, porque estimula el canal de abasto de los pequeños comerciantes que, de acuerdo con cifras, asciende a un millón de puntos de venta.

“La banca debe ver esto como un área de oportunidad, como un emplazamiento, porque (...) a todo el país le conviene que nos enseñemos a pagar las deudas”, argumentó en entrevista con Notimex.

A mediados de enero, el Ejecutivo federal anunció que se destinarán seis mil millones de pesos para otorgar créditos a los dueños de micros y pequeños negocios del país. 

Los prestamos serán hasta por seis mil pesos y se entregarán sin aval, lo que les permitirá adquirir equipo -refrigerador, estufa, triciclo y otros- o pagar algunos servicios para ayudar en la operación de su negocio.

De acuerdo con las reglas, los comerciantes tendrán tres meses de gracia antes de comenzar a pagar montos de 500 pesos mensuales y al liquidarlo se puede tener acceso a otro crédito de igual o mayor cantidad.

Para el dirigente de ese sector productivo, el préstamo inicial es una buena señal de arranque para un segmento olvidado por la banca tradicional, e incluso por otro tipo de intermediarios.

“La gente lo entiende y lo valora porque ahorita ni un familiar cercano te presta (dinero)”, de ahí que es necesario respaldar la confianza dada por las autoridades, apuntó.

En ese sentido, confió en que los montos se incrementen conforme se demuestra el buen uso de los recursos y en la medida que los micro empresarios paguen el primer crédito recibido.

En México hay 54.5 millones de personas adultas que no tienen acceso a crédito formal, de los cuales 44.2 millones nunca han sido usuarios de alguna entidad financiera y 10.3 millones son ex-usuarios, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018.