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Solapan autoridades tráfico de animales

Lilia Quevedo | 19/02/2019 | 00:27

El tráfico de animales salvajes, es un fuerte problema ecológicos que vive San Luis Potosí; ambientalistas acusaron que la Procuraduría Federal de Protección del Medio Ambiente (Profepa), ha ignorado el tema, ha sido cómplice y que continuará solapando el mercado negro de venta de animales y especies endémicas.
 
El domingo 17 de agosto, la Profepa informó el decomiso de 19 ejemplares vivos que se encontraron y aseguraron en el tianguis de “Las Vías”, entre las especies se encontraban tres ajolotes de rio frío los cuales provienen de Xochimilco, cinco iguanas verdes, ocho culebras y tres tortugas. La dependencia federal, informó que los ejemplares quedaron en resguardo de la Unidad de Medida Ambiental (UMA) al interior del Parque Tangamanga I.
 
La administración del parque, señaló que el zoológico no había recibido a los animales decomisados y que incluso el zoológico se mantiene cerrado desde hace varias semanas por trabajos de remodelación. Por tanto surgen dos interrogantes ¿Dónde están los animales decomisados? ¿Están recibiendo el tratamiento adecuado? ¿Cuál será su destino? ¿Volverían al mercado negro?
 
“No es la primera vez que están vendiendo ahí, van ahí porque ya hay un mercado cautivo, Profepa no se lo puede llevar detenido pero Profepa sí le puede hablar a la policía, si puede actuar porque está incurriendo en un delito ambiental directamente”, criticó Ramón Ortiz Aguirre, ambientalista de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
 
El académico señaló que no es la primera vez que se detectan animales exóticos siendo comercializados de manera indiscriminada, también se han dado casos de trabajadoras de table dance que compran ejemplares (serpientes) para sus shows; personas adineradas que buscan tener “mascotas diferentes”; ofrecimiento de aves en los cruceros de la Zona Huasteca y tráfico de pequeñas especies en peligro de extinción en paquetería en el aeropuerto Ponciano Arriaga.
 
El entronque del Huizache en Matehuala, es el lugar “más descarado” del estado, donde se comercializan diferentes animales, sobre todo víboras, serpientes y otro tipo de reptiles.
 
“Tienen treinta años vendiendo especies en peligro de extinción, hay un tráfico enorme de todo, desde águilas, serpientes, en fin, todo lo que se puedan imaginar está ahí en el Huizache, nunca la Profepa ha podido erradicar el tráfico de especies […] la Profepa ahora es más pequeña, ahora hay menos presupuesto, menos inspectores, menos dinero, de manera que ahora el tráfico va a ser mayor”, sentenció Carlos Álvarez Flores, consultor ambiental.