La Nunciatura Apostólica en Nicaragua explicó hoy en un comunicado los motivos del papa Francisco para absolver "de todas las censuras canónicas" al sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal, de 94 años y quien está hospitalizado, sancionado en 1984 por el Papa Juan Pablo II.
"El Santo Padre ha concedido con benevolencia la absolución de todas las censuras canónicas impuestas al Reverendo Padre Ernesto Cardenal", dijo la Nunciatura, citada por la agencia católica ACI Prensa.
Expuso que el propio Cardenal solicitó a través del representante pontificio en Nicaragua "ser readmitido al ejercicio del ministerio presbiteral”, según el comunicado suscrito por el Nuncio Apostólico en Nicaragua, Waldemar Stanislaw Sommertag.
“El Padre Cardenal ha estado 35 años bajo suspensión del ejercicio del ministerio debido a su militancia política", recordó el texto.
Dijo que Cardenal, hospitalizado desde enero pasado por una afección renal, "aceptó su pena canónica que le fue impuesta y se ha atenido siempre a ella, sin llevar a cabo ninguna actividad pastoral. Además, había abandonado desde hace muchos años todo compromiso político”.
La solicitud de Cardenal marcó un cambio de postura, luego que en enero de 2017, entrevistado por el periodista argentino Enrique Vázquez, afirmó que no quería recibir esta gracia, concedida días antes a Miguel D'Escoto, suspendido también en 1984.
"¡Eso es falso, sólo fue así en el caso de Miguel D'Escoto! Nunca me levantaron la suspensión sacerdotal y no me interesa que me la levanten", dijo esa vez.
Cardenal y otros sacerdotes como su hermano Fernando, Miguel D’Escoto y Edgard Parrales, quienes participaron en la revolución sandinista de 1979, fueron suspendidos a divinis en 1984 por hacer política partidaria, algo incompatible con el ministerio sacerdotal conforme el Código de Derecho Canónico.
El nicaragüense colaboró activamente con la revolución del Frente Sandinista de Liberación Nacional que acabó con la dictadura de Anastasio Somoza, y fue ministro de Cultura del 19 de julio de 1979 hasta 1987.
Cardenal fue reprendido públicamente por Juan Pablo II en una visita a Nicaragua en 1983, y la foto que pasó a la historia muestra al Papa polaco serio ante el nicaragüense en posición de genuflexión y sonriente. Tiempo después, Cardenal diría que Juan Pablo II le pidió que regularizara su situación.
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