Agencia | 07/02/2019 | 02:15
La Esclerosis Múltiple (EM) es un padecimiento difícil de diagnosticar debido a que los pacientes con esta enfermedad suelen presentar síntomas “invisibles” que llegan a ser omitidos o confundidos con síntomas de otras enfermedades, lo que retrasa que los pacientes tengan un diagnóstico rápido y temprano.
El estudio que permite a los especialistas dar un diagnóstico más certero de la Esclerosis Múltiple es la Resonancia Magnética (RM), una técnica no invasiva de escáner que es utilizada para obtener imágenes de las partes no óseas y los tejidos blandos del cuerpo como el cerebro, la médula espinal y los nervios. Para este tipo de análisis se utiliza el gadonilio, un material de contraste que es inyectado en los pacientes para que se activen las lesiones en conjunto con la Resonancia Magnética.
En México, este instrumento comenzó a funcionar en 1980, y anterior a esa fecha únicamente se utilizaba la tomografía, la cual no era favorable para ver las lesiones que ocasionaban algunas enfermedades, tales como la Esclerosis Múltiple.
Actualmente, la Resonancia Magnética es el único estudio por el cual se puede hacer el diagnóstico y seguimiento de la Esclerosis Múltiple, motivo por el cual los neurólogos resaltan la importancia de que los pacientes de esta enfermedad se realicen este estudio cada 3 o 6 meses dependiendo de la evolución clínica de la persona y del tipo de tratamiento.
¿Por qué es importante la Resonancia Magnética para los pacientes con Esclerosis Múltiple?
La clave de un buen manejo de la Esclerosis Múltiple está en el acercamiento que se tenga con el neurólogo, seguir sus indicaciones y estar en constante comunicación con él para poder tener un seguimiento certero de la enfermedad.