QUE EL SENADOR Primo Dothé Mata ya justificó su coyotito, pestañita, jetita o siesta, que se aventó en el acto… No, así no, eso se puede malinterpretar y dormirse en el acto, pues hay de actos a actos, es más difícil de justificar. Digamos, mejor, que don Primo ya explicó, vía redes sociales, que su dormitada durante la ceremonia que presidió en Cedral el presidente López Obrador se debió al cansancio por las largas jornadas que realiza para cumplir sus funciones. Dice que incluso ha estado a punto de dormirse manejando, porque lo mismo tiene que estar en un lugar que en otro atendiendo gente que lo necesita. También que cuando está en el Senado las sesiones muchas veces son de la mañana de un día al amanecer del otro, lo que implica cansancio y, obviamente, sueño. Todo se entiende, pero no falta el desconsiderado que dice que una cosa es estar en la sede del Senado, participando en el trabajo legislativo, en comisiones o en el pleno, y otra andar haciendo trabajo político o mera grilla por todos lados. El salario que ahora percibe mínimo le permite contratar un chófer, o llevarse uno de los que trae en Tamazunchale en el transporte pirata, para no andarse arriesgando a sufrir un accidente. Senador que se duerme, de su sexenio no pasa, dijeron en un corrillo.
MIENTRAS EL SENADOR se durmió en el acto, dicen que su suplente, Elí César Eduardo Cervantes Rojas, anduvo muy despierto movilizando un grupo de profesores para hacer reclamos y denuncias en contra de su sindicato. Nos hicieron llegar un comentario que dice que así de activista quisieran ver al Senador suplente en el centro escolar al que está asignado, pues ahí no se para muy seguido aunque se sabe que sí cobra puntualmente su quincena.
SE SUPONE que el Ceepac es un OPLE, organismo público local electoral, es decir, la instancia en la que recae la organización de las elecciones de carácter local, las federales las organiza el INE. Organizar el proceso y validar sus resultados es su función sustantiva, entonces y algo de facultades debe tener sobre los partidos políticos, las organizaciones políticas y los candidatos. Pero de ahí a que puedan regular el ejercicio periodístico y emitir sanciones por algo que no les parezca, hay un trecho enorme. No decimos que el periodismo goce de fuero o impunidad, hay leyes que cumplir e instancias a las que recurrir ante un perjuicio causado por algún manejo informativo, pero no a un consejo cuyos actos, además, pueden ser recurridos ante tribunales electorales, que son los que juzgan, no ellos. El gremio periodístico potosino bien haría en abrir un serio debate sobre este tema, después de la sanción que anunció el Ceepac a una reportera, y fijar su posicionamiento. Las amenazas a la libertad de expresión no siempre son externas, si hay apatía de quienes la ejercen ante acciones como la que nos ocupa ¿qué fortaleza se puede tener para liderar la opinión pública?
ME VOLVÍ JUEZ y los jueces no hacen política, nos dijo hace poco Juan Ramiro Robledo Ruiz, cuando le preguntamos, en un encuentro casual, si ahora que hubo cambio de gobierno volvería a participar en política. Tomando en cuenta que ha tenido cercanía con López Obrador y su gente. Eso nos dijo, pero no faltan los que dicen que la cabra siempre tira al monte y, también, que la política tiene muchas formas de ser. Ahora resulta que Juan Ramiro Robledo Ruíz fue elegido presidente de la Asociación de Magistrados de Tribunales de Justicia Administrativa de los Estados Unidos Mexicanos A.C., con lo cual no hace política pero sí está en la política pues alguna función debe tener una organización de ese tipo, y algunas habilidades se deben tener para ocupar esos puestos. Lo que sea de cada quién, Juan Ramiro Robledo es un conocedor del Derecho, verdadero jurisconsulto, y méritos tiene en las cuestiones públicas. Felicitaciones por su designación, en la seguramente dará buenos resultados, como es su costumbre.
QUE HUBO CAMBIOS en varias dependencias del gobierno, dijo alguien en una mesa de café, y nos soltó una serie de nombres de sacerdotes que se harán cargo ahora de algunas parroquias. Oye, le dijeron de inmediato, esas son iglesias, no dependencias de gobierno. Sí, les contestó, si son, son dependencias del gobierno eclesiástico y el arzobispo, que es el jefe de ese gobierno, determinó los cambios. Bueno, si es así, sí, asintieron sus contertulios. NOSOTROS DECIMOS:
En el discutir sincero,
Sin entrar en debate eterno,
Concluyeron que en el clero
¡Sí es de verdad el gobierno! .•