EL DIPUTADO Mario Lárraga Delgado, fue acusado de acoso sexual por una trabajadora del Congreso del Estado y también, para rematar, por una de sus compañeras diputadas. Ante las acusaciones públicas de la empleada, los reporteros de la fuente congresil acudieron a buscar una entrevista con él. Mucho tiempo esperaron a que los atendiera, después de que terminara la sesión de la JUCOPO, que por cierto fue interrumpida por la parte acusadora y por María de Jesús Almendárez, conocida como Marichuy, trabajadora de gobierno del estado conocida por sus acusaciones de acoso a un miembro del SUTSGE y sus actitudes para reclamar lo que considera sus derechos. Lárraga Delgado Salió apresuradamente y ante las preguntas de los reporteros se dijo inocente y aseguró ser víctima de un chantaje por parte de la acusadora. “Me está chantajeando económicamente”, aseguró. Hasta ahí todo bien, finalmente una acusación no indica precisamente culpabilidad y el acusado tiene la presunción de inocencia y el derecho de aclarar lo que en su beneficio considere necesario. La parte acusadora es la obligada a presentar pruebas, por lo que él, tranquilamente, pudo haber dicho que estaba dispuesto a que se investigaran las acusaciones, e incluso dar su versión de los hechos. Tenía a su favor que lo que reclamaban era la reinstalación de la trabajadora.
EN LUGAR DE ESO las cosas se enredaron un poco para él pues, para cubrir su retirada, hubo unos sujetos que estorbaron la labor de los reporteros de manera muy agresiva. Los empujaron y trataron de impedirles el paso para que no se acercaran a quien salió casi en fuga. Si la parte acusadora le dio un toque mediático al asunto y politizó lo que debió ser una denuncia formal y un reclamo laboral en los cauces de ley, el diputado, por no agarrar el toro por los cuernos y abrir un espacio de diálogo para manifestar lo que a su derecho corresponde, dio una impresión de renuencia a atender a los medios y de confrontación. Si en cada tema fuerte en que se involucre y no quiera hablar va a recurrir a la protección de gente de choque, muy nulo oficio político va a demostrar y poco podrá ayudar a su partido que, paradójicamente, se llama Encuentro Social.
LA QUE DEMOSTRÓ cordura y madurez, pese a su juventud, fue Paola Arreola. Al salir de la reunión le peguntaron qué tenía que decir, pues había declarado unos días antes que el diputado, Lárraga Delgado, le había hecho tocamientos y lo había denunciado. Lo que puedo decirles, dijo cortés, “es que no voy a permitir ningún acto de violencia a mi persona y que soy respetuosa de los procedimientos de las instituciones”. Con permiso, agregó. Ante la reiteración de las preguntas, señaló con firmeza: “no voy a comentar nada más, para no entorpecer los procesos” y se retiró sin mayores contratiempos. Lo mismo hubiera podido hacer Mario Lárraga, pero sus presuntos ayudantes no le ayudaron para nada.
UNA MANIFESTACIÓN del Movimiento Antorchista, en la plaza de armas, previa a la entrega del pliego petitorio anual de esa organización al gobierno del estado, nos llamó la atención porque aunque se conoce su labor de gestoría y sus acciones, poco se ha reparado en la importancia política que ha conseguido. A la hora de presentar a quienes estaban en el templete del acto, nos enteramos que había 7 presidentes municipales, una diputada local, de mayoría, y un diputado federal. Eso significa que, aunque participen dentro del PRI, tienen alcances y estructura superiores a la de algunos partidos. Además el origen y la escolaridad académica de su gente da muestra de su diversidad e inclusión. Así encontramos que tienen en sus filas a Sara Álvarez Rivera, presidenta de Armadillo, la alcaldesa más joven del estado, quien es licenciada en educación primaria. A Eurídice Meza Mendoza, presidenta a de Villa Hidalgo, licenciada en educación artística. A Rafael Pérez Rojas, presidente de Mexquitic, licenciado en educación primaria. A Gustavo Torres Robledo, presidente de Villa de Arriaga, doctor en zootecnia. A Abraham Villa Ortega, maestro en ciencias con especialidad de economía agrícola. A Rubén Díaz Espinosa, presidente de Santo Domingo, de oficio campesino, con estudios de primaria. A Manuel López Lara, presidente de Charcas, de oficio campesino y con estudios de primaria. Ellos son sus presidentes municipales. La diputada local por el IV distrito, es Patricia Silva Celis, licenciada en Economía. Lenin Campos Córdova, su dirigentes estatal, es diputado federal, y su formación profesional es la de licenciado en Derecho. Como se ve, tienen buen nivel académico y personas con liderazgos naturales y sus miembros, aunque son combativos, en la función pública no se han visto involucrados en escándalos como los de otros grupos. Algo bueno habían de tener nos dijo un comentarista placero al conocer estos datos.
QUE SE HA QUEDADO a dormir en palacio nacional, dijo en su rueda de prensa matinal, Andrés Manuel López Obrador. Comentando que ahí hay un departamento que fue construido en tiempos de Felipe Calderón y conservó el presidente Enrique Peña. Cuestionado si ahí se iría a vivir, titubeo y dijo que era posible pero que la decisión no la iba a tomar él sólo, tendría que consultarla. ¿Con la familia? dijo una voz, y asintió levemente. No dio una respuesta enfática como las que acostumbra. NOSOTROS DECIMOS:
A él le gusta consultar
Siendo segura la cosa,
Más no se puede adelantar
¡Una consulta a la esposa!
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