El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala informó que en 2018 suministró un total de 864.373 dosis contra el sarampión, las paperas y la rubeola después de que la primera enfermedad reapareciera en el país tras más de 20 años.
Esta cifra, según explicó una fuente de la cartera a Efe, corresponde con el 90 por ciento de las áreas que han reportado sus datos a la central y está dentro de los 1,4 millones de personas que el ministro de Salud Pública, Carlos Soto, había prometido vacunar el año pasado.
A principios de 2018, Guatemala detectó el primer caso de sarampión en los últimos 20 años, el de una adolescente de 17 años que había estado en Alemania y por ello el Ministerio "encendió las alarmas" y activó un equipo de respuesta inmediata.
"Guatemala se convierte en un caso de éxito ante la enfermedad, ya que en las Américas durante el 2018 fueron confirmados 16.302 casos de los 74.000 sospechosos", aseguró la cartera, que dijo que mantiene "el control y bloqueo de la enfermedad".
En este mismo sentido, uno de los responsables de Epidemiología del Ministerio de Salud, Manuel Sagastume, aseguró que la reaparición del brote permitió mejorar la posición del país en la vigilancia de esta enfermedad, de la que no se presentaron casos secundarios, como sí sucedió en Argentina, Perú, Colombia o Venezuela.
"Seguimos libres de sarampión. Se logró contener el brote. Podemos darnos por satisfechos y tenemos una gran experiencia y una gran lección aprendida, y es que el trabajo de equipo es fundamental", acotó, y añadió que eso permitirá seguir teniendo "cero casos de sarampión".
Guatemala estaba libre de casos reportados de sarampión desde 1998 y cuenta con el certificado de eliminación de esta enfermedad emitido por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud.
Derivado de este caso importado a principios del año pasado, Guatemala emitió una "alerta" epidemiológica a nivel nacional por sarampión, una enfermedad causada por un virus en la que los síntomas principales son fiebre alta, erupciones en la piel y malestar generalizado, además de secreción nasal y ocular.
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