Conanp reporta porcentaje muy bajo de ballenas muertas

Sobre el hallazgo de tres ejemplares adultos de ballena gris, varadas y muertas en diferentes puntos de la Laguna Ojo de Liebre, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) informó que cada año aparece un porcentaje muy bajo de estos animales muertos a la deriva, sin causas naturales aparentes.

En un comunicado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Conanp recordó que la laguna se localiza en el municipio de Mulegé, dentro de la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno, Baja California Sur.

Abundó que en estos casos registrados el martes 15 de enero, ninguna de las ballenas presenta marcas de redes, golpes o cualquier interferencia humana.

Los ejemplares ingresan a las lagunas dentro de la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno por efecto de las corrientes, y refirió que las causas naturales de las muertes de las ballenas se atribuyen a condiciones de la falta de alimento en el transcurso de su largo viaje; gasto de energía y depredadores.

Destacó que autoridades de la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno, junto con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizan recorridos por la zona, y cada mes se hace un conteo de los organismos varados en toda la línea costera.

Por otra parte, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) atendió el varamiento de una ballena jorobada muerta reportado frente a la Playa “La Manzanilla”, en el ejido de Santa Cruz de Miramar, del municipio de San Blas, en Nayarit.

La dependencia activó de inmediato la Red de atención para varamiento de Mamíferos Marinos en la entidad, e inspectores federales acudieron al lugar.

Derivado de la revisión del cadáver, se determinó que se trataba de un juvenil de ballena jorobada, de aproximadamente ocho metros de largo, y un peso de ocho toneladas, en evidente estado de descomposición.

Se detectó que en parte de la aleta caudal presentaba el enredo de cuerdas, así como de redes de enmalle, destacó en un comunicado.

Personal de la Profepa levantó el acta circunstanciada correspondiente y procedió a realizar en el sitio la disposición final del ejemplar mediante entierro, para no comprometer la salud de los visitantes al lugar, acorde con lo previsto en el artículo 57 del Protocolo de Atención para Varamiento de Mamíferos Marinos.