Las redes sociales nos han enseñado para tratar de nunca quedarnos fuera del mame.
No importa cuánto tiempo lleves con tu cuenta o cuantos amigos tengas, sabes que es importante subirse al tren antes de que desaparezca, el primero de este año fue el #10yearschallenge, que invita a los usuarios a publicar una foto de hace 10 años, es decir, una del 2009 y una del 2019.
Probablemente te hayas divertido mucho haciéndolo o al menos disfrutando de las fotos de tus contactos, pero este ‘inofensivo’ reto podría tener un objetivo oculto: entrenar a los sistemas de reconocimiento facial.
Esta teoría que puede tener algo o mucho de cierto, se la debemos Kate O’Neill, editora del medio especializado en tecnología, Wired, quien explica que este tipo de ‘retos’ no existen solo para ver cuánto hemos cambiado con los años, sino para alimentar y preparar los sistemas de reconocimiento visual.
“Imagine que desea entrenar un algoritmo de reconocimiento facial en las características relacionadas con la edad y, específicamente con la progresión de la edad (por ejemplo, como es probable que las personas se vean a medida que envejecen). Idealmente, se necesitaría de un conjunto de datos amplio y riguroso con imágenes de muchas personas. Sería útil si supiera que se tomaron con un número fijo de años, por ejemplo, 10 años”, escribió en dicho sitio.
La autora, agrega que quienes han participado en el challenge le han hecho un gran favor al algoritmo, pues han clasificado sus fotografías con la etiqueta #10yearschallenge, además de que muchos usuarios han complementado sus fotografías con información personal como por ejemplo “Yo en tal Universidad en 2009, yo ahora viajando a tal ciudad en este año”.
En cuanto a las personas que han subido fake challenges, con las fotos de su mascota o de personajes, el algoritmo podría detectar fácilmente que no son personas reales y desecharlas de inmediato.
Al final, tú tienes la última palabra y si quieres o no creer en esta nueva teoría conspirativa.
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