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Ni lágrimas ni locuras

Lupillo González Covarrubias | 16/01/2019 | 11:45

A MÍ NO ME CONMUEVEN NI engañan las lágrimas de cocodrilo del ex Secretario General del Ayuntamiento de la capital, Marco Antonio Aranda, ni me confunden las locuras y menos me engañan las argucias del ex diputado local José Luis Romero Calzada.

MIENTRAS ARANDA MARTÍNEZ apareció en una inesperada rueda de prensa al lado de gente de la nueva administración municipal, donde el intolerante ex funcionario municipal intentó realizar su mejor actuación teatral, quiso pasar como inocente víctima, denunciando que a sus espaldas alguien le había falsificado su firma para avalar diversos contratos de las purificadoras de agua que siempre se supo estaban basadas en múltiples ilegalidades.

HACE TRES AÑOS, CUANDO Ricardo Gallardo Juárez llegó a la alcaldía capitalina, nos intentó presentar un panorama catastrófico heredado por su antecesor Mario García  y aseguraba no tener un peso para cumplir con las obligaciones más básicas. Sin embargo a pesar de que lo intentaron ocultar, a Marco Antonio Aranda en medio de la supuesta crisis financiera se le entregó un automóvil Malibú blanco nuevecito. Este auto fue adquirido el 27 de noviembre del 2015 a un costo de $308,300.00 tal como lo señala la factura ASD48045, de la cual un servidor, después de muchos obstáculos, obtuvo una copia vía transparencia con la solicitud 0251416. Apapachado en medio de las turbulencias financieras.

¿MARCO ANTONIO ARANDA ahora es una inocente palomita que no sabía las corruptelas que se cocinaban en el Ayuntamiento? No dudo que su firma en esos mencionados contratos haya sido falsificada, pero sus lágrimas y su magistral actuación, digna de un Oscar, no se la creo. Este señor fue cómplice y nunca señaló ninguna irregularidad, así que ahora no venga con que es una víctima. Lo que busca es redimirse para intentar seguir con sus negocios y quedar impune de la parte que le corresponde.

RESPECTO A LOS ARRANQUES DE supuesta locura de José Luis Romero Calzada siempre he sostenido que es una cortina de humo y una excelente estrategia de este personaje. Como diputado fingía demencia y sus grotescos espectáculos estaban bien planeados, nada era parte de un problema psicológico. Cuando este señor era diputado, (y como propietario de un emporio empresarial) se estaba amparando en contra de una revisión del Sistema de Administración Tributario (SAT), a los dos días se sube a tribuna con una playera blanca con la imagen del titular de Hacienda en ese momento, José Antonio Meade, apoyando su candidatura para la Presidencia de la República. Nada de ocurrencias ni locuras, son actos bien pensados que tienen mucha lógica: buscar la impunidad a toda costa.

A ÚLTIMAS FECHAS YA SIN EL hueso de diputado, empezó a presumir en sus redes sociales que estaba convertido en una alma caritativa y bondadosa, que andaba repartiendo cientos de regalos como tenis, computadoras, láminas y despensas. Primero lo hizo en el distrito electoral por el cual compitió para diputado federal y luego se fue hasta la Huasteca. Muchos ingenuos le aplaudían su generoso acto. Los que lo conocemos, señalamos este nuevo engaño. A los pocos días nos enteramos que José Luis Romero cuenta con una denuncia de la PGR por presunto robo de combustible y el día 9 de enero un Juez Federal le negó un amparo que buscaba la suspensión definitiva contra una probable orden de aprensión.

EL DÍA DE AYER, SANTIAGO NIETO, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaria de Hacienda, presentó el reporte “Robo de Hidrocarburos” donde señala que ya existen cuatro denuncias penales por el robo de hidrocarburos, entre los que destaca una en contra de un ex diputado local.

ESTE DOCUMENTO, EN SU PÁGINA 4 señala que un ex diputado local realizó operaciones por más de 332 millones de pesos en depósitos y por 54.8 millones de pesos mediante retiros.

POR LO ANTERIOR SOSTENGO QUE las lágrimas conmovedoras de Marco Antonio Aranda ni los actos de locura y caridad de Romero Calzada son auténticos.