Un buen descanso es imprescindible para el sano desarrollo de bebés, niños y adolescentes, por lo cual es muy importante respetar los tiempos de sueño recomendados de acuerdo a su edad, pues dormir poco en la infancia podría afectar el desarrollo cognitivo.
Ahora, un nuevo estudio encontró que las repercusiones de un mal descanso pueden afectar la salud incluso muchos años después, ya que descubrieron que tener horarios irregulares de descanso en la infancia podría afectar de forma negativa la salud física en la adolescencia.
Publicado en la revista SLEEP, de la Universidad de Oxford, los resultados de este estudio sugieren que los hábitos de sueño durante la infancia, podrían predecir los patrones de sueño en la adolescencia así como su Índice de Masa Corporal (IMC).
Los investigadores separaron a los niños por grupos, de acuerdo a su hora de dormir y sus rutinas de sueño, e hicieron asociaciones longitudinales para cada grupo con su índice de masa corporal. Un tercio de los niños participantes, cuyas edades iban desde los cinco hasta los nueve años, se apegaban a las horas de descanso apropiadas para sus edades.
Se encontró que aquellos que no tenían una rutina de dormir a los nueve años, dormían menos tiempo y tenían un IMC más alto a los 15 años de edad, en comparación con aquellos que sí respetaban los horarios recomendados de descanso diario.
Además de descubrir esta relación entre el descanso durante la infancia y la salud en la adolescencia, se encontró que aquellos niños que tenían rutinas y horario de sueño establecidos durante la infancia, continuaban con este buen hábito durante la adolescencia, obteniendo así el descanso necesario también durante esa etapa.
Este estudio apoya y recuerda la importancia de respetar las recomendaciones de mantener horarios de dormir constantes o regulares y que sean apropiados para todas las edades para garantizar un sano desarrollo.
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