Cold war arrasó en la edición 31 de los premios de la Academia de Cine Europeo al llevarse la estatuilla a Mejor Actriz para Joanna Kulig, Película, Guion y Dirección, por el trabajo del polaco Pawel Pawlikowski. En Cannes también reconocieron el trabajo del cineasta, por lo que críticos señalan que es digna competencia de Roma en la próxima entrega de los Oscar.
Pawel cuenta la historia de un amor imposible, unido por la música e inspirado en la historia de sus padres después de la miseria que dejó la Segunda Guerra Mundial en Europa. Fue rodada en blanco y negro, al igual que su anterior trabajo Ida, que también le valió un premio de la Academia de Hollywood en 2015 por dirección.
“Cuando las personas la ven, reconocen fragmentos de su propia historia de amor; la gente tiene el sentimiento de que sólo hay una historia, a lo mejor tuvieron muchas aventuras y se casaron con una persona, pero siempre hay un cuento en el cerebro que parece ser la única que vale la pena”, agregó el director.
La cinta polaca también se llevó el galardón a la Mejor Película en Idioma Extranjero en el Premio New York Film Critics Circle. En este certamen, Cuarón se coronó como Mejor Director, Película y Cinematografía, por Roma. La cinta mexicana también se llevó el León de Oro en el Festival de Venecia, el Premio del Cine Independiente Británico a la Mejor Película Independiente Extranjera.
Ambas cintas podrían ser nominadas el 22 de enero a la entrega número 91 de los Oscar como Mejor Película Extranjera, cabe destacar que la Academia se inclina por historias de amor y sufrimiento, lo que le daría una ligera ventaja a Cold war, cuyo nombre real es Zimna wojna. Además, Polonia está entre los países más nominados en la historia de la terna, está sería la número 11.
SIN RIVALIDAD ENTRE DIRECTORES
Fuera de la polémica de qué película puede llevarse el Oscar, Alfonso y Pawel son muy buenos amigos. El polaco participó en la clase magistral que tuvo el mexicano en el Festival Internacional de Cine de Morelia, en donde presentaron sus cintas.
“Ambas son en blanco y negro, el enfoque, las cámaras y lenguaje son diferentes”, finalizó el cineasta Pawel.
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