La nueva administración recibe las refinerías del país operando a 39 por ciento de su capacidad, situación que el nuevo gobierno prevé revertir con la construcción de una refinería y la modernización de las ya existentes, lo que requerirá recursos por 11 mil 30 millones de dólares.
Datos de Petróleos Mexicanos (Pemex) señalan que durante el sexenio que concluyó el pasado 30 de noviembre, el procesamiento de crudo en las refinerías alcanzó niveles críticos; solo en octubre fue de apenas 485.5 mil barriles, esto significa que los complejos procesadores trabajarán en dicho mes, apenas al 30 por ciento de la capacidad total instalada, calculada en un millón 615 mil barriles por día.
En el acumulado de los primeros diez meses del año, se procesaron un promedio de 631 mil barriles por día, 48 por ciento menos en comparación al millón 226 mil barriles diarios que se procesaban al inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto.
Los datos de Pemex muestran que la refinería de Madero se mantiene parada desde agosto de 2017, pues el objetivo era darle mantenimiento mayor, sin embargo, un error de planeación evitó que arrancara en el tiempo planeado, afectando con ello el nivel de producción nacional de combustibles.
Otro complejo en crisis es Minatitlán; en el acumulado del año se procesan en promedio 31.4 mil barriles, 83 por ciento menos que en 2013.
A esto se suma la incertidumbre sobre la procedencia de los recursos para esos proyectos, pues sobre endeudar a Pemex bajaría su calificación ante los mercados internacionales.
nacionales
