Luego de una batalla legal de 18 años, la Procuraduría General de la República publicó el video completo del asesinato de Luis Donaldo Colosio, en Lomas Taurinas el 23 de marzo de 1994. No lo hizo por cuenta propia, claro: el INAI obligó a la dependencia a entregar el video completo a El Sol de México, que lo publicó hoy como su exclusiva.
En noviembre del 2000, a una semanas de que terminara el sexenio de Ernesto Zedillo, la PGR envió la investigación completa del asesinato de Colosio a la bóveda del Archivo General de la Nación con la indicación de que el expediente completo debía permanecer confidencial hasta el 2035.
Desde entonces, inició una pelea legal a través del entonces IFAI para hacer público partes de la investigación. La PGR insistía en que no podía hacer eso “sin vulnerar investigaciones que no se habían concluido”.
Sin embargo, esa investigación no avanzó más desde noviembre del 2000. En el INAI se decretó que la publicación del video completo (catalogado en el expediente como BTC 01, un casete de video titulado “Atentado a Lic. Colosio”, grabado por un elemento de la entonces Policía Judicial Federal) no vulnera la investigación y que es un testimonio de uno de los momentos que “marcaron la historia política contemporánea del país”.
En otras dos ocasiones, la PGR también ya había sido forzada a hacer públicos elementos de la investigación: en 2011, se le obligó a publicar 13 videos del momento del asesinato, y a mediados de este año, a hacer públicos los informes de las investigaciones.
Joel Salas, comisionado del INAI, explicó así su razonamiento para hace público el video completo:
“Cada documento oficial, cada video, cada estadística, cada expresión documental permitirá incluir más voces para ampliar el relato de lo sucedido aquel 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas y en general, de lo sucedido aquel año de 1994 y así andar el camino hacia la memoria y la verdad“.
Mientras se hace pública información sobre el asesinato, el expediente de Mario Aburto, la persona a quien el Estado mexicano señaló desde el principio como el responsable directo y único del asesinato de Colosio, está en la oscuridad completa: nadie sabe, incluso, cómo se ve, y nadie más que él y su defensa tienen acceso a su expediente que, técnicamente, sigue abierto.
