ANTE EL INICIO DE UNA NUEVA era, que arranca con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, también comienza un clima de esperanza, incertidumbre y zozobra, que con el paso del tiempo tendrá que irse aclarando para aquellos millones de mexicanos que votaron por un cambio, pero también para aquellos que están en contra de este nuevo proyecto de Nación.
EN LA ACTUALIDAD, HAY UN sinnúmero de personas que se han mostrado un tanto escépticas, tomando en cuenta que de entrada las propuestas planteadas por el presidente López Obrador, relacionadas a no incrementar los impuestos, a otorgar becas en apoyo a los jóvenes que no trabajan ni estudian, así como bajar los precios de los gasolinas, simplemente podrían quedar en sueños “guajiros”, pues para nadie es un secreto que México no tiene los recursos económicos suficientes para poder implementar este tipo de medidas.
ESPEREMOS QUE EL ARRANQUE de este nuevo gobierno no sea el inicio de la transformación de un presidencialismo exacerbado que ponga en riesgo nuestra libertad y nuestra democracia, para darle paso a un autoritarismo que pueda incrustarse en esta Nación.
CIERTAMENTE, EL PROMETER NO empobrece, pero no podemos perder de vista que a estas alturas aún desconocemos de dónde irá a sacar el dinero el nuevo gobierno para poder cumplir sus compromisos. Tampoco, podemos soslayar que es muy cierto que la corrupción es un cáncer que le representa millones de pesos al país, que bien podrán servir un poco para impulsar algunas de las acciones anunciadas por AMLO.
NO ESTARÍA POR DEMÁS QUE alguno de los asesores del presidente de la República lo orientara y le señalara que el proceso de campaña ya concluyó, y con ello se dejara de lado el seguir con sus posturas “mamucas”, de trasportarse en un vehículo comercial, poniendo en riesgo su propia integridad física, dejando de lado, que ya no representa el interés de unos cuantos, sino de millones de mexicanos.
ADEMÁS, FUE CLARO QUE LA visita del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en su momento fue la manzana de la discordia, pues pudo haber puesto en riesgo el desarrollo de una transición por demás tersa ente el gobierno entrante y el saliente de Peña Nieto. Las que de plano en todo momento trataron de destacar durante la toma de protesta de AMLO, fueron las dos bellas legisladores federales por San Luis Potosí, Sara Rocha Medina (PRI) y Josefina Salazar Báez (PAN) quienes no desaprovecharon los reflectores en ningún momento.
RESULTA MUY IMPORTANTE QUE las distintas fuerzas políticas han dejado de manifiesto su respaldo e interés por que a este nuevo gobierno de izquierda, dirigido por Andrés Manuel López Obrador, le vaya bien. Aunque también advirtieron que ello no significa que no vayan a actuar como partidos de oposición, cuando se trate de vulnerar o dañar a las mayorías.
NADIE PUEDE RECHAZAR QUE AMLO llega con una excelente aceptación de los ciudadanos, sin embargo basta recordar que los primeros meses de gobierno serán de suma importancia para conocer la línea y las políticas que le imprimirán a este nuevo gobierno, el presidente y sus colaboradores, porque de entrada la falta de expectativa positiva dista mucho de la realidad.
A TONO DE BROMA PUDIMOS escuchar durante el evento de la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador, que con la colocación de la “banda presidencial” también iniciaba el inicio de la cuarta transformación (que por cierto, la banda presidencial fue mandada a hacer a su gusto personal y con un costo de 250 mil pesos. Ahora, sólo es cuestión de tiempo para saber el rumbo que tomará nuestro país, pues tampoco podemos perder de vista que durante el discurso presidencial, hubo contradicciones y claroscuros sobre su proyecto de gobierno.
YA VEREMOS CÓMO ES RECIBIDO en el sentir de la población ese gran pacto a la impunidad que pretende llevar a cabo este nuevo gobierno, al no buscar sancionar a los funcionarios y ex gobernadores corruptos que por alguna circunstancia han afectado el patrimonio de millones de mexicanos que aún viven en la pobreza y la marginación.
NO NOS QUEDA OTRA, MÁS QUE apostarle a que los integrantes del Congreso de la Unión, tanto Senadores como Diputados Federales, asuman una postura responsable y trabajen como un verdadero contrapeso de este nuevo gobierno, pues sólo así podremos salir adelante como país y como nación. Además, no podemos perder de vista el compromiso de los gobernadores, quienes tienen la responsabilidad de no caer en un entreguismo homicida que pueda poner en riesgo, no sólo las libertades, sino la democracia de la cual aún goza nuestro México.