Selen Terán/Plano Informativo | 23/11/2018 | 00:49
La corrupción es la gran carga con costos económicos, políticos y sociales que abarca todas las vertientes y sectores de la población; afecta tanto al ciudadano común como al más alto político; la percepción ciudadana de la corrupción se disparó en los últimos dos años del gobierno de Enrique Peña Nieto; México, se encuentra con niveles mínimos o de nulo cumplimiento en acciones contra este cáncer, de acuerdo a organizaciones como Transparencia Mexicana, Transparencia Internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Instituto Mexicano para la Competitividad, por mencionar algunas. En el estado potosino este “mal cultural”, como dijera el actual presidente, también está presente.
SLP, entre los estados más corruptos
San Luis Potosí está en el penoso top de los estados más corruptos, según versiones de políticos que no citaron su fuente, y que fueron ratificados por la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2017 realizada por el Inegi, en donde hay una tasa de 16 mil 700 víctimas por cada 100 mil habitantes. Esta cifra solo es de los que experimentaron la corrupción en trámites, pagos y solicitudes de servicios públicos, así como otro tipo de contactos con servidores públicos en áreas urbanas, no incluye actividades que permiten el desarrollo de las unidades económicas.
En actividades económicas la tasa sube a 28 mil por cada 100 mil habitantes, sin que sea alentador, San Luis Potosí sale de los estados más corruptos al estar alejado de la tasa que llega hasta 61 mil 700 por cada 100 mil habitantes que son víctimas de corrupción en Sonora.
Según la más reciente Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto Gubernamental en Empresas, publicada también por el Inegi, en donde encuestan a los empresarios, las víctimas son 819 por cada 10 mil unidades económicas, de una media de 561, el resultado tampoco es alentador.
Policías y partidos, los menos apreciados
La percepción de corrupción en los potosinos llega al 46 por ciento, la ENCIG señala que son los policías quienes tienen una peor percepción de ser corruptos; le siguen los partidos políticos, el gobierno federal, diputados, gobierno estatal, gobierno municipal.
En un sexto lugar señalan que es en el Ministerio Público, en donde se generan actos de corrupción, los medios de comunicación, empresarios, institutos electorales, y sindicatos. Las instituciones que mejor percepción de corrupción tienen son el Ejército y la Marina.
El daño económico de la corrupción en México podría alcanzar entre cinco y 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estima que el costo a consecuencia de la corrupción por trámites vehiculares, de educación pública, registro civil o contacto con autoridades de seguridad pública es de siete mil 217 millones, equivalente al 0.4% del PIB.