San Luis Potosí, SLP.- Amazon, eBay y Alibaba son los principales canales de compra de millones de personas en todo el mundo. En México cada vez son más los que prefieren hacer una adquisición desde la comodidad de su móvil, tableta o computadora.
Basta con acceder a un catálogo, elegir un artículo y dar los datos que la misma plataforma requiere para, posteriormente, quedar a la espera de la compra.
Facebook, Instagram e incluso WhatsApp se han convertido en medios para captar clientes. En San Luis Potosí son muy comunes las páginas de Facebook y número de "Whats" que ofrecen ropa, zapatos, joyería, maquillaje y otros insumos para mujer.
El proceso de compra es muy sencillo, basta con contactar vía Facebook Messenger al vendedor o vendedora, ponerse de acuerdo de dónde se recogerá el artículo y si el pago será en efectivo o el comprador depositará la cantidad en el banco o en un Oxxo.
"Regularmente a mis clientes los veo en el Centro, en los estacionamientos de Soriana el Paseo, Tangamanga, El Dorado, Plaza San Luis, según sea cómodo para ambos, les entrego el artículo y ellos me dan parte del dinero, el segundo pago lo pueden hacer vía depósito", señaló Karla Reyes, distribuidora de ropa deportiva.
"Ya tengo identificadas algunas páginas de Facebook, también me han mandado ofertas vía WhatsApp, para mí ha sido muy cómodo comprar de esta manera, porque sólo escojo lo que quiero e incluso a veces me lo pueden traer hasta el trabajo", señaló Susana Govea, una joven compradora.
Moisés Braulio García Martínez, profesor e investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), señaló que esta nueva modalidad de compra y venta que ha surgido gracias a las redes sociales, es positiva para una sociedad inmersa en la tecnología, pues representa un ahorro tanto para el que compra como para el que vende.
Por un lado, está el vendedor que no paga luz, renta y agua y por otro lado está el comprador que no gasta en transporte para obtener su compra, ni tampoco tiempo en estar buscando.
Sin embargo, siempre existirá un riesgo, pues comprar de esta manera representa la posibilidad de que el vendedor no vuelva a ver a la persona con la que está haciendo el negocio (que no le pague) y que el comprador no quede conforme pues los artículos no sean en realidad como se vieron en internet.
Un fenómeno muy interesante que el investigador recalcó es que todas estas personas que están vendiendo desde Facebook u otras redes sociales, tienen empleos formales y este tipo de negocios lo están viendo como una alternativa para subsistir, ya que lamentablemente necesitan un ingreso extra porque probablemente no les está alcanzando con lo que están ganando en su empleo formal.
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