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SLP es una tierra bendita

Lilia Quevedo | Plano Informativo 116 | 03/11/2018 | 01:39

El cáncer tiene veinte años, lo comienza Chávez y lo empeora el presidente Nicolás Maduro; como todo cáncer, empieza a esparcirse en todo el territorio venezolano, así como empieza a matar células en el cuerpo, empieza a matar venezolanos, relató Nilbet Sánchez Sánchez, originaria de Venezuela y radicada desde hace cinco años en San Luis Potosí.

 

Ella forma parte de la comunidad de venezolanos que llegaron al estado para iniciar una nueva vida, para restablecerse y para dejar de sobrevivir.

 

El último conteo del Instituto Nacional de Migración (INM), delegación San Luis Potosí, reportó que hay un mil 600 venezolanos radicando en la capital potosina, Ciudad Valles, Rioverde, Soledad de Graciano Sánchez y algunos municipios de la Huasteca.

 

Nilbet llegó a la ciudad hace cinco años, está casada con un potosino y tiene una niña pequeña, es relacionista pública pero tiene un negocio de gastronomía venezolana.

 

Sonriente, escandalosa, abierta y extrovertida, nos relató con orgullo cuales son los platillos estrella de su país.

 

"Tienes que probarlo, chama, si no has probado la comida venezolana no has vivido", exclama mientras prepara las tradicionales arepas, con una hospitalidad y alegría difícil de encontrar en San Luis.

 

Esta misma calidad de hospitalidad fue la que asegura que encontró en México. Consideró que San Luis Potosí es una tierra bendita, con un clima único y a quien le debe hasta la forma de caminar.

 

"Yo puedo pagarle a esta tierra, pero siempre le voy a quedar debiendo", dijo mientras externaba nostalgia por volver algún día a su tierra.

 

Con la muerte de Hugo Chávez y la continuación del régimen con Nicolás Maduro, inició la escasez de insumos básicos en Venezuela, Nilbet huyó de su país cuando todavía era fácil hacerlo.

 

Este régimen afectó a venezolanos de toda clase social. Ante la negativa de las aerolíneas y los altos costos de los boletos, la gente comenzó a salir del país en autobús y otras incluso decidieron caminar para salir de Venezuela.

 

"Cuando un individuo sale de su país caminando, sin importarle los días y días que va a recorrer de un país a otro, es porque el hambre está muy fuerte, la inseguridad, la pobreza y sobre todo el dolor, el dolor que siente un venezolano de salir del país".

 

En un arrebato de nostalgia, Nilbet recordó que para los venezolanos ya son más de 10 años luchando, pero las cosas empeoraron hace poco, cuando empezaron a cerrar todos los canales, y entonces si un venezolano sale a la calle a protestar, está en contra del gobierno: "tú no puedes pensar diferente, tú estás en contra del gobierno, como tú estás en contra, estás preso, empiezan a meter presos a los estudiantes".