Jueves 18 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

De la división al enfrentamiento

Pedro Cervantes Roque | 20/10/2018 | 12:15

XAVIER NAVA PALACIOS hereda una administración municipal sin orden ni claridad. También nos muestra esa tendencia a dividir, que le fue transmitida a lo largo de su vida como una forma de aspirar al poder porque esa era la política del San Luis bronco del Siglo XX. La confronta de Xavier Nava y Ricardo Gallardo Juárez es también el encono permanente entre los que llegan y se van.
 
XAVIER NAVA SE COMPROMETE a castigar, no a corregir. No obstante, el éxito de su empresa está al final de las cuentas que no cuadran y reclaman el duro trabajo de saldarlas favorablemente. Concentra sus afanes en justificar las razones que tiene para no equiparar el éxito electoral con el éxito administrativo que aún está por venir, y su actuación comienza con la exhibición de las trapacerías y maromas descubiertas al recibir las cuentas municipales de Gallardo Juárez, y siembra la esperanza de que es capaz con sus destrezas, de enderezar la administración pública por caminos más seguros, lo que equivaldría a rescatar la doncella de las manos del rufián que la engañó.
 
LA PRIMERA DEMOSTRACIÓN palpable que tuvo Xavier Nava Palacios sobre el desencanto ciudadano frente a una administración opaca e irregular, fue el resultado electoral que le dio el triunfo bajo la sombra del PAN. No obstante, eso no impide la percepción, en algunos sectores ultrapolitizados y sospechosistas, de que su ascenso a la presidencia municipal fue producto de un arreglo entre grupos y partidos con beneficios compartidos. Sospechas que a Nava Palacios no le urge despejar tanto como poder poner en marcha la administración con su sello.
 
QUE LA CAPITAL POTOSINA DEBE ser gobernada con probidad y eficiencia, jamás conducida a la confrontación y a la división estéril que en el pasado produjo estancamientos y más pérdidas que cualquier desfalco de la actualidad, es un hecho irrefutable. No debe haber impunidad, pero toda justicia debe carecer de acciones que puedan hacer sospechar que no se hace justicia sino venganza política; el linchamiento de los responsables no beneficia a nadie. La discreción no es para sumar complicidades pero es necesaria para acreditar que la justicia se aplica sin inclinaciones o tendencias que luego generan resentimientos mayores. La de Gallardo Juárez no fue la administración del Siglo XXI, como algunos pensaron que lo sería. La raíz del endeudamiento se encuentra en 2012, pero los recursos para pagarlo están a muchos años de distancia.
 
GOBERNAR UNA CIUDAD QUE EN sólo 60 años ha multiplicado su mancha urbana en proporciones fuera de toda imaginación, reclama ingenio, capacidad y, sobre todo, mucho más que tres años. Perder el tiempo en discusiones administrativas o políticas no es permisible para un alcalde que planteó ofertas distintas a sabiendas que todo lo que iba a encontrar está mal.
 
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