El Museo Zagatti abrió sus puertas en la ciudad de Sassenheim, en Países Bajos, para mostrar una de las colecciones más grandes de botellas de whisky en el mundo, la cual cuenta con más de 3 mil piezas únicas en su tipo que adornan los pedestales del museo.
El italiano Valentino Zagatti inició esta colección años atrás como una manera de invertir el dinero que estaba ahorrando después de dejar de fumar definitivamente, sin saber que con el paso de los años se habría de convertir en uno de los acervos más importantes de este destilado.
Fue en el año 2015 cuando, después de tener muchas ofertas, Valentino Zagatti decidió vender su colección bajo condiciones muy puntales: la colección no se separaría, ninguna botella debería abrirse y deberían mostrarse para que todo el mundo pudiera observarlas.
Después de tan puntuales condiciones, Zagatti encontró al comprador de su colección: Michael Kappen, CEO de Scotch Whisky Internacional, un grupo conformado por 20 inversionistas. La adquisición se concretó por una suma no revelada.
Se estima que las botellas están valuadas en más de 4.5 millones de dólares y que su valor aumentará con el paso del tiempo. La colección deberá permanecer junta los próximos diez años y sólo podrá ser vendida de nuevo después de cinco años.
Dentro de este gran acervo de whisky se encuentran botellas raras y únicas, como la que es considerada la botella más antigua del mundo sin abrir, que data del año 1843. El 97% de sus botellas son de origen escocés y aproximadamente una cuarta parte de ellas proviene de las destilerías de Glenfarclas, Macallan y Glen Grant.
Para acudir al Museo Zagatti será necesario hacer una reservación anticipada ya que sólo está abierto el tercer domingo de cada mes. Admira una colección que esconde los sabores mejores guardados de este destilado y que sólo podrá verse y no probarse, pero que, sin duda, brinda la oportunidad de estar cerca de botellas que forman parte de un legado histórico.
