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Comienza el frío, los resfriados y la gripe: cinco consejos para evitar caer enfermo

Plano Informativo | 14/10/2018 | 22:09

El tiempo no nos da tregua, pasamos de las temperaturas primaverales a las glaciares en cuestión de horas. Estos cambios bruscos no dejan indiferente al organismo, con lo que aumentan el número de resfriados y enfermedades típicas del invierno. Los más propensos a sufrir este tipo de enfermedades son los niños, ya que su sistema inmunológico no es lo suficiente maduro. Evitar este mal es tan sencillo como seguir una serie de hábitos. 
 
Abrigarse adecuadamente. Ir bien abrigado no implica llevar más ropa de la necesaria, de hecho, se cree que podría ser contraproducente. El motivo es que demasiada tela hace que no seamos capaces de regular la temperatura corporal de forma correcta. Las partes que más debemos cuidar son la nariz y la boca, sobre todo cuando se pasa de un ambiente cálido a uno frío, según webs especializadas en salud.
 
Vacunarse siempre y cuando sea necesario. La gripe no es una enfermedad grave como normal general.  Sin embargo, aquellas personas que formen parte de grupos de riesgo, así como niños y ancianos deberían vacunarse de este virus. El resto de la población no hace falta que acuda a su médico con este fin.
 
Ventilar bien las habitaciones. Una buena ventilación es la clave para evitar enfermedades. Lo recomendable es abrir las ventanas de las habitaciones unos diez minutos al día. Asimismo, no es recomendable poner la calefacción muy alta. De este modo, evitaremos que el organismo note un gran cambio de temperatura al salir a la calle.
Comer de forma saludable. En inverno es mucho más importante comer frutas y verduras que en otras estaciones. Sobre todo hay que consumir productos ricos en vitaminas A y C, así como pescado y leche. Es preferible tomar alimentos calientes o templados, como caldos, purés o zumos naturales, antes que alimentos fríos.
 
Tener una buena higiene. Dentro de lo posible, es aconsejable usar cubiertos, platos o toallas de otras personas, sobre todo en el caso de los niños. También debemos lavarnos las manos con frecuencia, con este gesto tan simple se reducen considerablemente las posibilidades de sufrir una enfermedad propia de esta época del año.