San Luis Potosí, SLP.- México está viviendo y disfrutando una vez más la fiesta de su dictadura democrática, y ha puesto, otra vez, todas sus esperanzas en la misma élite que se autotransforma por cuarta ocasión, en la que yo llamo con todo respeto la cuarta gran repartición, que con carro completo y sin contrapeso alguno, institucionalizará y consolidará la dictadura perfecta, señaló el analista Ángel Candia Pardo.
En su espacio La Voz De... de Plano Informativo, el abogado penalista lanza una dura crítica al sistema político nacional, desmenuzando, además, la aceptación del pueblo mexicano a las acciones de "las élites" que nos gobiernan.
"Diremos primeramente que cuando escuchamos el término dictadura nos trae casi de inmediato un sentimiento que nos disgusta porque entendemos que de ella no nos parece algo agradable aún cuando, como veremos, a veces los mexicanos lo apoyamos y la enarbolamos".
Candia Pardo no se limita a criticar la vocación mexicana de apoyar a sus gobernantes, sino que justifica la existencia de dictadores "sobre todo cuando las instituciones se estimaban debilitadas".
Para el abogado penalista, sí existe una dictadura perfecta y esta es la Dictadura Constitucional, "que a mi parecer podría resultar la más eficaz y en México la considero realmente sorprendente, y cuyas características especiales son: primero, que la figura del dictador no está representada en una persona, sino en una élite o en un grupo de personas; y segundo, que está dotada de una gran capacidad de transformación o de metamorfosis de forma y de presencia".
Por contradictorio y ridículo que pudiera parecer, dijo Ángel Candia, en la dictadura constitucional la democracia es el estandarte y la absoluta justificación.
En una descarnada crítica al más reciente proceso electoral, Candia Pardo señaló que "Cada 6 años se celebra una auténtica fiesta democrática, como la que acabamos de celebrar y presumir en este año, independientemente de que estuviera adornada sobre 112 asesinatos, más de 400 agresiones, 127 amenazas o intimidaciones, según la consultora Etelec, y todos ellos sobre políticos activos de nuestra festejada democracia".
Pero la crítica no quedó ahí, Ángel Candia Pardo se lanzó también sobre los informes anuales, de los que dijo "en la dictadura constitucional cada año se rinden informes de resultados que no son más que una compilación de mentiras, pero sobre todo, de omisiones, o informaciones no rendidas, porque se habla solamente de supuestas acciones exitosas de gobierno, casi siempre mentirosas o ampliamente maquilladas, pero nada se informa sobre el estado de resultados del gobierno, como por ejemplo, sobre los resultados relacionados con la incidencia delictiva registrada durante el sexenio, que según se dice en varias fuentes, asciende a más de 10 millones de casos entre robos, homicidios, secuestros, trata de personas, fraudes, etcétera, etcétera, etcétera, que también son resultados pero que no se informan en el simbólico y protocolario acto anual, los datos sobre inseguridad y corrupción tampoco han podido ser cuantificados ni evaluados en el informe de resultados del sexenio".
El sistema de salud tampoco escapó de la filosa evaluación: Se presume la construcción y remodelación de centros hospitalarios públicos pero se omite informar el pésimo, degradante y discriminado servicio que se presta en ellos, que más parecen zonas de guerra, dada su sobreocupación, y el eterno desabasto de medicamentos que los caracterizan.