En la Bahía de Banderas, entre el mar y una línea de montañas cubiertas por palmeras, Puerto Vallarta es uno de los destinos más populares de México y es fácil saber la razón. La combinación de increíbles restaurantes, una gran vida nocturna y las playas tranquilas le dan a Vallarta un encanto muy particular. Su única desventaja es la cantidad de personas que, en ciertas temporadas, deciden visitarla.
Después de unos días bajo el sol, en las playas rodeadas por grandes hoteles -y, por lo tanto, incontables turistas- decidí buscar un rincón más tranquilo para disfrutar un día de plena tranquilidad. Y así fue como acabé en Pizota. La playa es increíble, pero aún más lo fue el camino para llegar a ella.
Si quieres conocerla, debes salir de la marina hacia la carretera Manzanillo-Puerto Vallarta para, después de poco más de una hora, llegar a Boca de Tomatlán. Aquí la carretera se desvía y, para seguir bajando, la única posibilidad es pedir un taxi acuático.
Saliendo del diminuto embarcadero, hay que recorrer un tramo de costa para hacer una primera parada en Colomitos Cove. Este es un buen punto para practicar snorkel, pues hay muchos peces nadando alrededor de las rocas y en algunas de ellas se han formado cuevas llenas de plantas coloridas y diminutos erizos.
Después de 25 minutos navegando llegarás a la segunda parada, Pizota, cuya alejada ubicación ha conseido que esta se mantenga completamente deshabitada. Aquí, una delgada franja de arena divide el mar de la selva y las altas palmeras ofrecen una sombra natural muy necesaria en esas extremas temperaturas. Además, hacia el oeste, una formación rocosa se eleva sobre la playa y ofrece el lugar ideal para disfrutar de un picnic a la sombra o de una siesta después de nadar en el mar.
Adentrándote en la selva, encontrarás varios rastros de senderos que, dicen los locales, llevan hasta una imponente cascada de agua dulce. Pero durante los 45 minutos necesarios para encontrarla hay que ir con alguien que conozca la zona y sepa regresar. En la mayoría de los casos, los mismos que manejan los taxis acuáticos la hacen de guías.
Sea cual sea el recorrido final, Pizota es un gran punto a visitar si, estando por Puerto Vallarta, llegas a sentir que necesitas una mañana de silencio, contacto con la naturaleza y suma tranquilidad.
