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¿Podría dejar yo a mi hijo olvidado en el coche? La respuesta científica es que sí

Agencias | 04/10/2018 | 22:45

El último caso de la muerte de un niño olvidado por su padre en un coche durante siete horas es un fenómeno que comienza a ser preocupante. La explicación habrá qué buscarla en "causas generales presentes en las sociedades actuales" o en la imprescindible necesidad de una conciliación familiar que posibilite liberar a padres y madres de tantas cargas. El objetivo es volver a llegar una vida "más humana", según los expertos. Pero hay más. El profesor David Diamond ha analizado los casos cada vez más comunes en EEUU y sentencia que nuestro cerebro puede desconectar si está en modo multitarea. El estrés, la falta de conciliación y la falta de sueño incentivan que el desastre puede ocurrir.
 
En EEUU los casos de niños muertos por golpe de calor en el interior de los coches han ido en aumento.  Solo este año han muerto 48, frente a los 43 de 2017, lo que demuestra que estamos ante un hecho constante y no casual.  Más del 50% de estos pequeños fallecidos fueron olvidados por padres, abuelos y/o cuidadores, según la web de NoheatStroke.org, que monitoriza el asunto desde 1998.
 
En 10 años la cifra de niños fallecidos asciende a 743, de estos 400 fueron olvidados por sus padres en el coche, 201 jugaban solos en el vehículo, mientras que 134 murieron porque los dejaron solos de manera intencionada. 
 
En España, aunque no existan datos oficiales las noticias sobre muertes de niños por descuidos suelen copar en ocasiones los medios de comunicación.  De acuerdo con algunas fuentes, y con toda la prevención que supone que no existan fuentes oficiales, los fallecimientos de menores por estas causas podrían rozar la veintena en los últimos años.
 
¿Cómo un padre olvida a su hijo en un coche?
El olvido de un hijo en el coche, que en ocasiones puede acabar en desgracia, supone un drama que no se olvida si lo que ha provocado la tragedia ha sido un despiste o un olvido. Como constata el presidente de Foro de la Familia,  Ignacio García-Juliá,  estamos ante "un síntoma de un problema más profundo. La verdad es que denota el desbordamiento que hoy en día sufre la familia al tener que atender a múltiples obligaciones sin tiempo para la reflexión o para priorizarlas." 
El profesor de Sociología Salvador Cardús no se atreve a ser categórico, pero sí considera que "cuando un fenómeno así se produce hay que conocer el perfil del individuo, en este caso el padre, para buscar las causas, que pueden deberse a la sociedad actual o causas relativas a desarreglos de carácter familiar, desestructuración, desarraigo, alcoholismo u otras de este tipo".
 
"Olvidar a una criatura en un coche no puede deberse solo a la prisa, habrá otras razones que evaluar, porque prisas las tenemos todos y noticias como esta no son tan comunes", subraya este experto en gestión y organización del tiempo.
 
Nuestro cerebro puede fallarnos
"La memoria es defectuosa" y todos los padres piensan que estos terribles incidentes no van a ocurrirle a ellos. Lo explica el profesor de Psicología Molecular David Diamond, de la Universidad del Sur de Florida, que comenzó a estudiar el asunto de estos olvidos fatales hace años entrevistando a muchos padres y descubriendo algunos factores en común: "A menudo se refirieron a experiencias estresantes antes o durante del viaje, muchos hablaron de privación de sueño."
 
Ambos elementos son importantes, porque "los sistemas de memoria del cerebro atenúan la actividad basada en el hábito y deterioran el procesamiento de la memoria prospectiva. En última instancia, todos o varios de estos factores juntos pueden provocar que los padres sigan una ruta muy transitada, controlados por su sistema de memoria de los hábitos del cerebro, pero que en un momento determinado no incluyó la parada en la guardería". Así lo explica Diamond en un extenso artículo sobre el funcionamiento del cerebro y la capacidad de memoria del ser humano.  
 
Lo primero "es aceptar que la memoria humana es defectuosa y que padres atentos y amorosos pueden dejar sin querer a sus hijos en los coches."  Este médico, que rechaza que los padres responsables de la muerte de sus hijos sean juzgados por la Ley, habla de "la pérdida de la conciencia de la presencia de un niño en el coche, una manera trágica para aprender cómo el cerebro puede funcionar mal si se está en “modo de memoria multitarea” .
 
Por el momento, no ignorar que esta desgracia le puede ocurrir a cualquier padre es un elemento que no hay que obviar. Por ello, echar mano de dispositivos o aplicaciones que están al alcance de cualquiera fácilmente descargables por internet se están poniendo de moda. Mejor prevenir, que llorar.
 
La bebé olvidada en el coche de su padre murió por deshidratación
Padres y abuelos entraban en la guardería con la amargura y la pena metidas en el cuerpo. Marta se quedó sentada dormida en esta sillita, contra marcha y eso influyó en el olvido del padre, que acababa de dejar a los tres hermanos en el colegio cercano. Aparcó y se marchó al trabajo. Hasta que llegó la madre a recogerla; siete horas al sol sin que nadie viera a la pequeña a través de los cristales tintados. Murió por deshidratación según la autopsia.