Al menos siete soldados y un gendarme han muerto en Burkina Faso en dos atentados perpetrados en las últimas 24 horas en zonas diferentes del país, informó hoy el Ministerio de Seguridad del país africano.
En el primer ataque, ocurrido a última hora del miércoles, fallecieron siete militares, y otros dos resultaron heridos de gravedad cuando su convoy explosionó al impactar contra un artefacto explosivo, entre Gayeri y Bartieboubou, en el este del país.
Los soldados tenían previsto desplegarse en la volátil región oriental, donde se han concentrado la mayoría de los ataques terroristas de los últimos meses.
En el segundo ataque, acaecido esta mañana, murió un gendarme y otro fue herido, mientras que otros tres permanecen en paradero desconocido, según el Gobierno, después de que "decenas de terroristas, fuertemente armados", atacaran el sitio minero de Inata en la provincia de Soum.
Testigos aseguran que los terroristas abrieron fuego contra los vehículos pertenecientes a la compañía minera.
La situación de seguridad en el país ha empeorado recientemente, después del ataque el pasado mes de marzo contra la sede del Estado Mayor del Ejército burkinés y la Embajada de Francia.
Burkina Faso es regularmente azotada por ataques terroristas en Uagadugú, así como en la región del Sahel -hogar de Ibrahim Malam Dicko, predicador local que se radicalizó- y, en los últimos meses, también en su región oriental.
En septiembre pasado, dos extranjeros (un indio y un sudafricano) empleados de la mina de Inata, y su conductor de origen burkinés, fueron secuestrados.
Hasta la fecha, ningún grupo terrorista se ha hecho responsable del cautiverio de estas tres personas.
Esta nación es una de las cinco que componen el G5 del Sahel (Mali, Mauritania, Burkina Faso, Níger y Chad), grupo que combate el terrorismo yihadista en la zona.
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