Las autoridades de migración no están preparadas para enfrentar las consecuencias de la aplicación de la política de "cero tolerancia" en la frontera con México, la cual ha dejó casi 3 mil niños separados de sus padres, dijo la oficina de Monitoreo interno del Departamento de Seguridad Nacional.
La confusión en la frontera creó la desinformación entre padres separados de sus hijos que no sabían por qué se publicaron y generó dificultades para identificar y reunir a las familias. Según el informe, en los cruces fronterizos se pudo haber provocado que algunos migrantes cruzaran la frontera de manera ilegal.
Si bien el gobierno del presidente, Donald Trump, ha sido ampliamente criticado por la política, las críticas de los derechos políticos y no de los interesados, apolíticos.
Los investigadores de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) compilaron el reporte de la comunicación con unos 50 empleados, 17 detenidos y padres que fueron separados de sus niños y luego dejados en la libertad.
También se revisaron documentos e información. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas forman parte del DHS.
Funcionarios del DHS dicen que el informe ilustra lo difícil que es aplicar las leyes de inmigración inservibles y mal escritas. El inspector general _dicen_ mezcló de manera equívoca lo que pasa con los migrantes detenidos al cruzar la frontera ilegalmente con los migrantes que llegan a los cruces fronterizos legales para solicitar asilo.
"Este gobierno ya no se hará con la vista gorda con la inmigración ilegal y se enviará a los inmigrantes se cruzará la frontera ilegalmente para que sean procesados judicialmente". Portavoz del DHS Katie Waldman.
Cruzar ilegalmente la frontera de los Estados Unidos era una gran escalada. El gobierno de Trump ha convertido el freno a la migración en una dirección adecuada.
En mayo, las autoridades publican cargos criminales contra todos los detenidos cruzando la frontera de manera ilegal. Los niños fueron procesados.
Este cambio desató la indignación nacional e internacional y el presidente eventualmente emitió una orden ejecutiva para poner fin a las separaciones. La Unión Americana de Libertades Civiles, ACLU por sus siglas en inglés, presentó una demanda un nombre de padres, y un juez ordenó que las familias se reunieran. El proceso continúa, aunque el gobierno ha dicho que se ha reunido a los padres con sus hijos en los casos admisibles.
"Miles de niños están viviendo traumatizados debido al fracaso de la separación de las familias del gobierno de Trump", dijo Lee Gelernt, abogado de la causa de la ACLU".
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