GALLARDO, IRSE ORGULLOSO O TRANQUILO

A pesar del optimismo del alcalde capitalino Ricardo Gallardo Juárez cuando declara que se va contento y orgulloso del cargo por haber cumplido la mayoría de sus compromisos de campaña queda claro que podrá concretar su intención a partir de que su administración salga bien librada de las revisiones administrativas y financieras que obligadamente se practican como parte del proceso de entrega- recepción pues de otro modo cuando mucho podría aspirar a irse tranquilo y sin temores de ser llamado a cuentas como les pasó a algunos de sus antecesores con sus consabidas excepciones, claro pues también hubo quienes salieron con la mano en alto por la tarea realizada.

En este sentido los anotados en el grupo de los que terminaron su trienio sin dejar pendientes que les pudieran significar posibles conflictos legales o políticos puede incluirse a Alejandro Zapata Perogordo luego de que, según está documentado comenzó la construcción de los grandes puentes que agiliza la circulación en la avenida Salvador Nava obra que luego vendría a complementar Marcelo de los Santos Fraga con otros y

los construidos en la salida a la CDMX, aunque luego llegarían como interinos nefastos personajes como el tampiqueño aquel Homero González famoso por su intención de extorsionar a desarrolladores inmobiliarios con la propuesta de ampliar la zona susceptible de albergar construcciones residenciales lo que no le funcionó pues lo mandrón a freír espárragos junto con su propuesta lo mismo que el jalisciense Miguel Ávalos Oyarvide empoderado por su complicidad con la gente de la tristemente célebre Victoria Labastida lo que le sirvió para hincharse los bolsillos de dinero al amparo de esa influencia.

Por cierto, de los resultado de las revisiones a las oficinas municipales en marcha, también depende que Gallardo no deje la alcaldía como Labastida acusada formalmente de diversos delitos ante la PGJ, denuncias que nunca prosperaron por el empecinamiento del entonces gobernador Fernando Toranzo en protegerla a toda costa.

Asimismo en los resultados se verá si RGJ pecó de omiso y complaciente como lo fue Mario García Valdez con su tesorero Juan José Bolaños Guangorena a quien se le atribuye el escamoteo de varios millones de pesos

como el ocupante de ese puesto con Labastida Agustín Soberón ahora flamante empresario restaurantero sin que autoridad alguna lo moleste.

Por consiguiente los planes gallardistas de irse contento y orgulloso están supeditados a que salgan bien las cuentas que el equipo de Xavier Nava Palacios tiene bajo la lupa de tal manera que le será mucha ganancia con que salgan lo suficientemente alejadas de la posibilidad de ser vistas como irregularidades capaces de soportar una denuncia en su contra y pueda irse con toda tranquilidad a retomar su vida personal y sus actividades empresariales como hace tiempo manifestó, hay que esperar a ver con qué le salen…

CABOS SUELTOS

Ese ejercicio de realizar la inútil glosa del informe de gobierno únicamente parece servir para que los funcionarios pueda lucirse esgrimiendo cifras exageradamente que luego ni los diputados entienden o a poco unos como el “mijis” se van a preocupar por echarle un vistazo al documento.