La Policía del condado de Boone investiga lo que llevó a Michael Hunn, un hombre de 50 años de edad de Indiana (EEUU), a matar a sus hijos, Harrison y Shelby Hunn, de 13 y 15 años. Los cuerpos sin vida de los menores fueron encontrados junto al de su padre en su domicilio de Zionsville.
Según fuentes policiales, a las 10:36 horas del viernes 21 de septiembre se recibió un aviso de una "madre preocupada, que indicó que llevaba sin contactar con sus dos hijos desde el día anterior. Ambos estaban en casa de su padre en County Road 900 East, en el condado de Boone, y ese día no se habían presentado a la escuela".
A las 9:35 de ese mismo día, la escuela se había comunicado con la madre para informarla sobre la falta de asistencia de sus dos hijos. Fue entonces cuando trató de contactar con ellos por teléfono sin éxito, así que se presentó en casa del padre, del que estaba separada, y nadie le abrió la puerta.
Por este motivo, la madre de los menores, Stephanie Reece, llamó a la Policía. Esta se personó en el sitio donde encontraron a "Michael Hunn, un hombre de 50 años, muerto de una aparente herida de bala autoinfligida. También localizaron al hijo de 15 años, Harrison Hunn, y a la hija de 13 años, Shelby Hunn. Ambos habían fallecido por aparentes heridas de bala en sus respectivas habitaciones".
La Policía del condado de Boone está investigando el suceso como un asesinato y posterior suicidio.
Según el portal de noticias IndyStar, Hunn y Reece se divorciaron en noviembre de 2017 y tenían la custodia de sus hijos compartida.
En un primer momento, Reece solicitó que Hunn tuviese una custodia reducida por sus problemas con el alcohol y desacato al no pasarle la manutención de sus hijos, pero meses después se acordó compartirla a cambio de que este se sometiese a un control de alcoholemia y la efectuase los pagos semanalmente.
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