Entendemos que llevar la comida en recipientes de plástico y hacer fila para calentarla en el microondas de la oficina es uno de los rituales más salvajes en el mundo de Godinlandia pero lo peor, es que acaba de llegar el golpe más bajo para todos los godínez.
Y es que Jorge Morales Montor, investigador del Departamento de Inmunología del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, afirmó que los recipientes de plástico liberan una sustancia química denominada bisfenol A (BPA – compuesto base en la fabricación de plásticos duros) cuando se calientan en el microondas, y por consecuente, esta sustancia se pasa a los sagrados alimentos, aumentando el riesgo de que puedas padecer obesidad… especialmente en hombres. Ahora sí que no eres tú… es dónde guardas tu comida.
Cabe mencionar que Morales Montor y compañía, aplicaron un Cristobal Colón, pues en las investigaciones que estaban haciendo, en realidad querían averiguar si el bisfenol aumentaba el riesgo de desarrollar cáncer de próstata, pero el resultado arrojó que en realidad, lo único que aumentaba era la grasa corporal. Al menos eso se demostró en las pequeñas ratas de laboratorio, quienes subieron de peso, después de este experimento.
“El bisfenol es un compuesto orgánico que se suma a la cadena de factores de riesgo para desarrollar obesidad, pues lo comprobamos en ratones machos y pudimos ver cómo, en 15 semanas, aumentaron 5 gramos de grasa, lo cual para un ratón es muchísimo”, dijo el investigador para Excelsior.
Así que mejor dejemos un ratito los recipientes de plástico, y si nomás no puedes vivir sin ellos, mejor cómprate unos recipientes de vidrio, son más caros pero son más limpios… ¡y no guardan olores!
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