Estudiantes universitarios recorrieron ayer la misma ruta que hace 50 años siguió el movimiento estudiantil del 68, como entonces, en contra de la violencia.
Las dos generaciones se encontraron en la marcha que partió del Museo Nacional de Antropología y avanzó sobre Paseo de la Reforma hasta llegar al Zócalo capitalino, tras dos horas y 10 minutos.
Algunos padres que participaron en la marcha de hace medio siglo esta vez acompañaron en la lucha a sus hijos universitarios.
Para el comité 68 es un honor conocer a la generación de jóvenes que vendrán a sustituir la lucha que nosotros emprendimos hace 50 años. Ya basta al porrismo, ya basta a la violencia del Estado en las escuelas, ya basta”, dijo Víctor Guerra, integrante del Comité del 68.
En el aniversario de la marcha del silencio, los integrantes del Comité Estudiantil del 68 cedieron la avanzada a los alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades Azcapotzalco donde en días pasados detonó el movimiento de la UNAM en contra de la violencia y el porrismo.
Los jóvenes no quieren guardar silencio, quieren gritar consignas, en nuestro caso, fue una respuesta al discurso agresivo, en el cual nos tacharon de violentos pero demostramos con la manifestación silenciosa todo lo contrario, fuimos organizados y combativos”, explicó Moisés Ramírez Tapia, quien recorrió la misma ruta hace cincuenta años cuando era un veinteañero.
El 13 de septiembre de 1968 se marchó en un estricto silencio. Ahora los universitarios decidieron marchar un parte en silencio y otra gritando consignas.
El silencio no significa ceder, aquí nadie se rinde”, se leía como hace 50 años en algunas mantas.
Fue a partir del antimonumento a los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ubicado en el cruce de Reforma y Bucareli, cuando los jóvenes comenzaron a gritar sus demandas, principalmente relacionadas con su seguridad.
A la marcha se unieron integrantes del Comité del 68, padres de los normalistas de Ayotzinapa y alumnos de otras universidades.
nacionales
