MÁS ALLÁ DEL PAPEL POLÍTICO que desempeña el gobierno -en sus tres niveles- le corresponde un papel económico que en algunas zonas del país llega a ser determinante. Sin el gasto directo no habría movimiento en algunas ciudades ni en algunas comunidades cuya dependencia del gasto público llega a ser vital.
LA POLÍTICA DE AUSTERIDAD QUE anuncia el presidente Andrés Manuel López Obrador no tiene cuerpo todavía. Sin embargo, una buena parte de la burocracia federal, específicamente la que tiene el nivel de “confianza”, se apresta al retiro sin remedio. Y los que logren quedarse, lo harán en condiciones de franca desventaja frente a los empleos que genera la empresa privada para cargos de similar responsabilidad.
SE ACERCA, PUES, UNA ETAPA DE desajuste económico cuya restauración podría tener consecuencias de largo plazo. No trato aquí de presentar una defensa para los miles de hombres y mujeres, algunos con edades que han rebasado la etapa en la que pueden ser incluidos como aspirantes en cualquier otra fuente de empleo, sino de las consecuencias que el despido masivo de personal con salarios equiparables a los de ejecutivos medios en las empresas, haría sentir en las capitales de los estados y en las principales ciudades del país.
UN ARTÍCULO DE MARÍA Fernanda Navarro publicado en el portal de la revista Forbes el 25 de julio de este año, señala que el recorte afectará a 222,515 trabajadores de confianza en todo el país, que representan el 70 por ciento de los trabajadores contratados bajo ese esquema.
CON SALARIOS QUE NO GUARDAN esquemas iguales en las dependencias federales, no es posible estimar el monto del dinero que dejará de circular en las economías regionales. El lado oscuro del asunto es que las dependencias federales pudieron haber contratado personal en exceso y haberle asignado salarios muy superiores a su responsabilidad.
EL REACOMODO DEL PERSONAL DE confianza será mínimo y bajo criterios distintos. El ajuste laboral en el esquema de confianza dependerá de las consideraciones que al respecto hagan quienes han sido nombrados como representantes del gobierno federal en cada entidad del país, no obstante, los puestos con salarios más altos serán los que centren la atención de los titulares de las representaciones en los estados.
LA COINCIDENCIA DE LOS cambios en las administraciones municipales generará un impacto adicional. Sin embargo, la entrega de liquidaciones legales a los despedidos podría significar un atenuante en el cambio que sufrirá la burocracia como distribuidora de un ingreso que será reducido en el corto plazo.
EN TANTO NO HAYA INFORMACIÓN concreta de las dependencias federales acerca del volumen de despidos, la cantidad que se destinará a las liquidaciones, el posible destino de los liquidados seguirá siendo azaroso. Para el caso de San Luis Potosí no hay todavía cálculos aproximados de los empleados que serán despedidos ni de los fondos que les serán entregados como liquidaciones. Entre tanto, tampoco se sabe de algún plan para captar esos trabajadores en alguna rama de la iniciativa privada.