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En defensa del periodismo

Plano InformativoPedro Cervantes Roque | 19/08/2018 | 21:42

ALREDEDOR DE 350 PERIÓDICOS estadounidenses expresan ahora su rechazo a las acusaciones de su presidente Donald Trump de que publican noticias falsas en un aparente abuso de la libertad de expresión. El tema nos hace voltear -a los periodistas mexicanos- porque se presagian conflictos parecidos con un nuevo gobierno no dispuesto a negociar sino a imponer.

EQUIPARAR AL SEÑOR TRUMP CON el señor Andrés Manuel López Obrador no tendría sentido si no estuvieran de por medio algunos incidentes todavía menores en el ámbito de las relaciones entre nuestros medios informativos y el nuevo gobierno. No obstante, resulta muy difícil hacer atribuciones sin aportar las pruebas indispensables para un señalamiento categórico.

SI LO QUE VIVEN LOS PERIODISTAS norteamericanos es producto de tensiones y circunstancias muy propias, difíciles de entender en nuestro medio porque son otras las reglas vigentes, el caso de los periodistas mexicanos preocupa porque las causas y las consecuencias guardan similitudes que no necesariamente dan lugar a la defensa solidaria de los intereses de la prensa, sino al acomodo de gobernantes e informadores a través de negociaciones pocas veces difundidas.

SIN EMBARGO, EN EL MEDIO periodístico mundial impacta severamente un conflicto entre el presidente estadounidense y tal cantidad de periódicos porque asoma un enfrentamiento entre lo que es -para algunos- dos poderes que influyen en el marco de la democracia. La solución, tanto como el conflicto, serán ejemplares para el periodismo internacional. Del acomodo que resulte, los periodistas de todo el orbe tomaremos experiencia y se buscarán arreglos similares cuando en el ámbito de su trabajo afloren problemas semejantes.

EN EL CASO DE MÉXICO, LA incertidumbre del futuro causa ciertas preocupaciones entre los personajes dedicados a la actividad periodística. Si las versiones fueran confirmadas a partir de diciembre, entonces quizá debamos asumir con responsabilidad el manejo de la libertad de expresión y procurar, en lo posible, no caer en excesos. Siempre será mejor que las expresiones sean diversas pero respetuosas, a caer en el sometimiento bajo presiones que provienen de la inseguridad en el empleo y la inseguridad personal.

EN ESTE MARCO, LAS OPINIONES bien informadas generan corrientes positivas para el país. Quizá haya excepciones, pero en ningún caso podría haber mala fe en la exposición de pensamientos cuyo objetivo esté en la mejora del bien común.

ES IMPORTANTE, PUES, OBSERVAR con interés el devenir del diferendo que existe entre la prensa de Estados Unidos y su gobernante. Causas y efectos son conocidos, falta ver quien decide deponer actitudes en beneficio de su país. El ejemplo que tenemos ante nosotros es ilustrativo y anima a los periodistas de todo el mundo a mantener posiciones firmes frente a los actos de gobierno que pudieran afectar el contexto. Y si la controversia trasciende al ámbito de lo judicial, sería más interesante ver los resultados en el corto plazo.

pedrocervantesroque@yahoo.com.mx