Andrés Manuel López Obrador retomó este martes uno de sus temas más recurrentes, el uso electoral de los programas sociales, y se comprometió a que en su sexenio esta práctica sea desterrada del gobierno federal.
“Lo que se cambia, para que quede claro, es que no va a haber intermediación, corporativismo, se terminan los programas que tienen como propósito la manipulación para la obtención del voto. No va a haber programas electoreros. No se va a condicionar el apoyo, no se va a disminuir a nada, van a ser beneficios para todos”, dijo el presidente electo durante una rueda de prensa.
“No va a importar la militancia partidista. Este es un gran cambio, ya no va a haber la humillación de que si se recibe un beneficio se tiene que votar. Por eso se va a modificar todo el procedimiento”, añadió el fundador de Morena, luego de presentar a los subsecretarios de las secretarías de Bienestar y de Trabajo y hablar de las tareas que tendrá cada uno.
Animado por una mujer que gritaba desde afuera de la casa de transición, López Obrador volvió a decir una de sus expresiones más célebres —la del “frijol con gorgojo”— para referirse a los programas usados con fines electorales.
“Venimos de una lucha de muchos años, hemos padecido de esta manipulación, de cómo se utilizan los programas de gobierno para favorecer a partidos políticos. Eso se va a acabar, nadie va a estar obligado a cambio de un apoyo, de un programa, ya no va a haber reparto de despensas, frijol con gorgojo, con todo eso”, aseguró.
En otro momento, utilizó una frase coloquial chiapaneca para decir que se siente orgulloso de volver a echar a andar los centros indigenistas, que afirma que en estos últimos sexenios se han quedado en el abandono.
“Imagínense si no me siento muy orgulloso ahora, como dicen en Chiapas, me siento galán de estarles diciendo, de informar que vuelven a tener fuerza los Centros Coordinadores Indigenistas”, expresó el futuro mandatario.
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