Lilia Quevedo/Plano Informativo | 04/08/2018 | 00:51
La periferia de San Luis Potosí se ha convertido en el reino de los tiraderos clandestinos; los baldíos ubicados en el contorno de la ciudad son depósito de la basura recolectada por cientos de carretoneros y pepenadores.
Para este grupo de trabajadores resulta más económico acudir a las zonas baldías que ir directamente al relleno sanitario de San Juanico y Peñasco.
Ramón Ortiz Aguirre, ambientalista de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), consideró que la falta de regulación por parte del ayuntamiento de la capital y de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam), han agravado el problema y la proliferación de lugares contaminados.
Pepenadores no son los únicos responsables
Sin embargo vale la pena resaltar que los pepenadores no son los únicos posibles responsables del incremento de tiraderos clandestinos. Las empresas al tener que pagar grandes cantidades para trasladar sus desechos hasta tiraderos industriales en otras zonas del país, prefieren buscar sitios más "económicos" y no regulados, advirtió el ambientalista.
"Abundan en toda la periferia de la zona urbana, inclusive atrás de la Zona Industrial; muchos de estos residuos contienen materiales industriales peligrosos y es que muchas empresas no destinan adecuadamente en un relleno sanitario o en un confinamiento controlado".
Hasta en las fallar geológicas se tira la basura
Ortíz Aguirre dijo que por culpa de la falta de regulación que se debió de efectuar unas décadas atrás, hoy San Luis Potosí se ha convertido en un inmenso basurero que incluso sus propias fallas geológicas se han transformado en depósitos de residuos domésticos.
"Toda la zona periférica de la ciudad está llena de tiraderos de basura, residuos que tienen cantidad x de años, que van creciendo".
Con la materia orgánica que contiene la basura, se genera una contaminación severa al suelo, a los mantos friáticos y a la atmósfera, actividad que se intensifica con la quema de basura.
El problema podría tener más de 100 años
El especialista de la UASLP señaló que este problema podría llevar poco más de 100 años, "pues nunca ha habido un control en la historia".
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) también ha tenido parte de la responsabilidad, pues la instancia no ha ejercido la vigilancia y solamente está en espera de las demandas anónimas.
"Este es un pecado de omisión de todas las autoridades a nivel municipal, estatal y federal, pero también es una cuestión cívica de la población, si nosotros damos nuestra basura por una módica cantidad, también somos generadores y también somos culpables".