Hampa asola al autotransporte

Uno de los sectores que más han sufrido por el incremento de la violencia en nuestro país es el de transporte, que de enero a junio ya acumula 5 mil 840 robos, de los cuales 4 mil 820 se ha realizado con violencia. Estos datos aparecen en el reporte que publica el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) relacionado con la incidencia delictiva del fuero común 2018.

SLP, el más afectado en el Bajío

Según este informe, San Luis Potosí también presenta datos preocupantes, ya que en la Zona Bajío es la entidad con mayor número de robos a transportistas, con un registro de 239 reportes de robo, entre ellos 158 fueron con violencia.

Querétaro presenta un registro de 105 denuncias por robo a transportistas; Guanajuato sólo 15; y en el estado vecino de Aguascalientes no existe ni un solo caso denunciado ante el Ministerio Público.

Edomex, principal víctima de la delincuencia

Los estados que presentan el mayor número de reportes de robo a transportistas son en primer lugar el Estado de México con 1,454; Puebla con 1,182; Michoacán con 731; Nuevo León con 470; y Jalisco con 455 casos denunciados.

Nuevo León, líder en robos sin violencia

A diferencia de los demás estados, en Nuevo León se presenta la particularidad de que la mayoría de robos se han realizado sin violencia, que son 384 casos, situación opuesta en todos los demás casos del país, donde la violencia es la que impera.

En al menos 6 entidades, los transportistas se salvan

En contraste, existen entidades que no presentan reportes de robo, como Aguascalientes, Coahuila, Sinaloa, Campeche, Colima y Tabasco, entre otros.

El sector del autotransporte y el Estado perdieron de manera directa 82,666 millones de pesos por prevención, debido al delito mismo y por la persecución del crimen.

Subieron lo seguros

Incluso los seguros para transportistas subieron hasta 200 por ciento por robo.

Crece el costo de pérdidas

Los productos del robo y colocados en el llamado “mercado negro”, son principalmente consumibles difíciles de rastrear como alimentos, materiales para la construcción, así como electrodomésticos, situación que afecta gravemente a las economías locales porque esta mercancía comercializada es hasta 30 por ciento más barata.