La ciudad que recibirá Xavier Nava

Luego de pasada la natural y legítima, euforia por su triunfo en las elecciones por la alcaldía de la capital ya de vuelta a la realidad es seguro que al alcalde electo apenas debe estar cayéndole el veinte de la pesadísima tarea que le espera al recibir una ciudad agobiada por graves problemas ante los que poco han podido hacer, por lo menos, las últimas cinco o seis administraciones municipales a los que estará obligado a tratar de darles solución en cierto modo maniatado por el tradicional empobrecimiento que padecen las arcas del ayuntamiento por los pocos recursos disponibles.

Para empezar esta ciudad que está para espantar al alcalde más pintado desde los tiempos en la alcaldía de Guillermo Pizzuto Zamanillo las calles y avenidas lucen un lamentable aspecto selenita por los enormes y cuantiosos baches que lucen, si se puede decir así en virtud de que, desde entonces, las autoridades municipales únicamente han tenido alcances y fondos para trabajos aislados de bacheos que en nada han resuelto de fondo este problema que daña la imagen de la ciudad e irrita profundamente a los conductores y dueños de vehículos el cual difícilmente Nava podrá borrar de la faz de las calles y avenidas pues los pocos que se tapan a la menor precipitación pluvial vuelven a aparecer en un ciclo irremediablemente incontenible.

A propósito de lluvias, otro conflicto grave que enfrentará como encargado de esta ciudad para el espanto de toda autoridad municipal se refiere a su indefensión ante las inundaciones que alcanza niveles de extrema gravedad en temporada de aguas pluviales en que cuando caen de mediana intensidad son suficientes para convertir las vialidades en auténticos ríos como se aprecia en avenida Carranza y en general todas las de este nivel, de las que no escapan las de la zona dorada de la ciudad particularmente las aledañas a Chapultepec y las incontenibles bajadas de aguas por esa vía ante la ausencia de diques o colectores que las lleven hacia otro punto que las vuelven intransitables de cualquier modo.

Por si todo esto no fuera suficiente quebradero de cabeza tendrá que lidiar con un conflicto ancestral que nadie ha podido atender con eficiencia y tino como es la invasión de vendedores ambulantes en el centro histórico para enojo del comercio establecido y de dónde no quieren salir ni aun ofreciéndoles mercados nuevos a lo que se oponen principalmente los “ líderes” de las organizaciones que los agrupan pues se les acabaría el negocio de las cuotas que cobran porque se instalen en la zona céntrica problema que Ricardo Gallardo medio ha sofocado con el estira y afloja de llevarlos a la Alameda y permitirles instalarse algunos días estratégicos navideños o semana santeros en la plaza de armas, pero es complicado darle una solución que a todos convenga por los intereses que se manejan.

Igualmente podría tener necesidad de atender el casi seguro frente que se le abrirá contra los grandes deudores del predial y de otros conceptos  que desean abrirle por revanchismo algunos de los miembros de su equipo de transición lo que sin tapujos ya han anunciado.