Las altas temperaturas seguro te provoca una bebida bien fría, pero acá te explicamos por qué no siempre es la mejor opción… Tal vez para tu próxima visita de verano a la playa, termines prefiriendo tomar un té caliente antes que una cerveza fría.
Seguramente tomar una bebida caliente cuando sientes calor no te resulte muy provocativo, pero hay estudios científicos que respaldan la idea que ingerir una bebida fría durante el calor, pese a que en un comienzo tengas la sensación de haber mitigado efectivamente el calor en tu cuerpo, esta acción termina provocando aún más calor, ya que el organismo empieza a trabajar para aclimatar el líquido que acabas de beber a los 36-37 grados del cuerpo. Esta reacción gasta energía corporal y termina provocando calor.
Una bebida caliente contribuye a que la sangre fluya, además ayuda a que tu organismo produzca sudor, que finalmente se traducirá en que tu cuerpo se refrescará y sentirás menos calor.
Según lo refleja el portal web de Curiosidades de la Vida: “Un estudio realizado en la Universidad de la Facultad de Motricidad Humana de Ottawa demostró que si fueras a tomar una bebida caliente en un ambiente caluroso y seco, tu cuerpo va a compensar el exceso del calor añadido al sudar y sudar mucho. Es este exceso de sudoración el que hace que tu cuerpo se enfríe, y lo enfría más que si hubieras bebido algo frío en su lugar”.
Además, existen otros dos factores no científicos que apoyan la idea de ingerir una bebida caliente cuando se siente calor:
- En países como Marruecos, se toman bebidas calientes por costumbres relacionadas al tema cultural y las tradiciones.
- El factor religioso también se hace presente en países como China y otras naciones de mayoría budista, donde se profesa la existencia del “Qi”, el cual se interpreta como el flujo vital de energía de cada ser humano, el cual conserva la temperatura corporal, por lo tanto, cualquier cambio de temperatura brusco, atenta contra el flujo armónico de la energía en el cuerpo.
Igualmente, existe una tercera vía que se inclina más bien por el consumo de bebidas frescas a temperatura ambiente, de manera que sea apetecible, pero que se eviten cambios bruscos de temperatura.
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