Viernes 19 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.
nacionales

PAN y su reto frente a la derrota

Agencia | 21/07/2018 | 23:34

Tras haber obtenido 22.2 por ciento de los votos en la elección presidencial, en coalición con el PRD y Movimiento Ciudadano, hoy el Partido Acción Nacional (PAN) no sabe si se está recuperando del golpe de un tsunami o luchando para no extinguirse.

A pesar de que hace apenas 18 años, el partido de la alternancia derrotó a Francisco Labastida y celebraba haberle arrebatado al PRI 70 años de gobiernos, hoy enfrenta uno de sus más grandes retos, ser una oposición mínima.

En 2000, los mejores tiempos de aquel partido que derrotó al candidato del “dinosaurio”, obtuvo un contundente triunfo al ganar con 42.52 por ciento de los votos. Su coalición Alianza por el Cambio también triunfó con 224 curules y 60 escaños, además de la gubernatura en 19 estados.

En comparación con aquellos comicios, el pasado primero de julio, con Ricardo Anaya como su abanderado, el PAN consiguió 20 puntos menos de la votación, es decir, el porcentaje más bajo de su historia, después del que obtuvo Josefina Vázquez Mota en 2012.

Seis años más tarde, el descenso, aunque mínimo, era evidente. El candidato Felipe Calderón logró arrebatarle la Presidencia a López obrador con 35.89 por ciento de los votos, apenas 0.58 puntos arriba del segundo lugar. También hubo menos legisladores; 52 senadores y 206 diputados, y solo ganaron cinco estados.

En 2012 el PAN, con Josefina Vázquez Mota como su candidata, perdió la Presidencia ante el PRI, quedando en tercer lugar de la contienda con 25.41 por ciento, detrás del priista Enrique Peña Nieto, quien obtuvo 38.2 por ciento, y de López Obrador, quien volvió a perder con 32 puntos. Aquella ocasión el PAN obtuvo 38 escaños, 114 curules y solo cuatro estados.

Aunque en el próximo gobierno serán una de las principales fuerzas de oposición, la ola fue más fuerte, pues a pesar de haber quedado en segundo lugar, la diferencia respecto del ganador morenista es de alrededor de 30 puntos.

En esta última elección, Guanajuato y Puebla son los únicos estados que ganó el PAN en coalición, mismos que se suman a los siete que ya tenía, también obtuvo 24 escaños y solo 83 curules.

Ante los resultados, distintas corrientes internas han solicitado la remoción inmediata del dirigente nacional del partido, Damián Zepeda, pues temen que la división interna que ocasionó la candidatura de Ricardo Anaya continúe creciendo hasta fracturar la estructura del PAN.

“Generar el diálogo al interior del partido, sin exclusiones, y propiciar los espacios de reencuentro entre dirigentes, militantes y aspirantes para que la renovación de la dirigencia se pueda hacer sin mayores confrontaciones que dañen la imagen del partido”, señaló a través de Twitter la asamblea de gobernadores de Acción Nacional.

Ernesto Ruffo, ex gobernador de Baja California, tiene una teoría sobre este “fracaso”. Para él todo comenzó hace 18 años, justo cuando Acción Nacional obtuvo su primer triunfo presidencial; sin embargo, explica, hay más factores.

Señala que el primero fue el voto de castigo a partidos y gobierno por actos de corrupción e impunidad; la segunda, es “una causa más interna”, pues cuando en 2000 obtuvo el poder vio en la afiliación indiscriminada una forma de fortalecer al partido y por ello sumó a todos aquellos que llegaban y decían que ayudaron de una u otra forma, sin hacer un proceso de selección como se había hecho.

“Te puedo decir que cuando resulté electo candidato había unos 70 panistas activos, pero nomás ganaron y se volvieron como unos 300 casi de forma instantánea. Todos querían chamba en el gobierno; “yo te ayudé, yo cuide las casillas, yo hablé bien por ti”, una serie de argumentos que comprendo, porque somos un país dominado por la necesidad”, expresa.

Por último, detalla, otra de las grandes causas está relacionada con la incertidumbre que ocasionó la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2006, pues esto orilló a Felipe Calderón a negociar con el PRI.

“Los vi cómo pactaban con el entonces coordinador del PRI, Emilio Gamboa, y entonces me quedó claro que eso del PRIAN era real. Me parece que esos acuerdos de Calderón, acuerdos que hizo para ser Presidente en 2006, continuaron con el grupo político de Peña Nieto y eso terminó de revolver al PAN”.