Después de dos décadas de gobernar la Ciudad de México, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) pierde el poder del centro político del país; electoralmente, el segundo más grande en cuanto a listado nominal, con 7.6 millones de votantes; históricamente más participativo que el promedio nacional.
Aquel 6 de julio de 1997, se convirtió en un hito en la capital del país pues, por primera vez, después de 28 años, los habitantes del entonces Distrito Federal eligieron mediante el voto directo a Cuauhtémoc Cárdenas como primer jefe de Gobierno.
Cárdenas, uno de los fundadores del PRD, había iniciado su campaña posicionado en tercer lugar, pero consiguió el triunfo al alcanzar 48.11 por ciento de la votación, lo que sumó un millón 861 mil 444 votos, dejando en segundo lugar a su contrincante Alfredo del Mazo, del PRI, con 22.5 puntos de diferencia.
"Qué bonito es ganar’, decíamos aquel día, porque fue un éxito colectivo, no fue del ingeniero Cárdenas o del PRD. Fue la culminación de un proceso social intenso que vivió la ciudad con el Movimiento Estudiantil de 1968, el sismo del 85, la insurgencia político-electoral del 88. Y se vivió como un triunfo colectivo el haber derrotado al PRI”, dijo a Excélsior Alejandro Encinas, el 5 de diciembre pasado, cuando se conmemoraron 20 años de esa histórica toma de posesión.
José Woldenberg, consejero presidente del entonces Instituto Federal Electoral, afirmó a este diario ese mismo día, que el triunfo de Cárdenas no puede explicarse sin la reforma previa de 1996.
"Fue una reforma concurrente a la que asistieron PRI, PAN y PRD, donde hubo un esfuerzo por equilibrar las condiciones de la competencia y se estableció que el jefe de Gobierno sería electo en 1997”.
Como se informó en aquel entonces, Ignacio Marván Laborde, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Cárdenas quería innovar pues tenía claro que el gobierno se legitimaba a través del desarrollo social y éste no podría ser el mismo que se daba a nivel federal con el Pronasol o con el asistencialismo de Progresa.
Fue así que la ALDF, promulgó una Ley de Desarrollo Social, la primera del país, que fue desarrollada junto con la sociedad civil.
De acuerdo con Marván, el legado de Cárdenas fue, en términos de diseño institucional, una administración pública central, con orientación clara a los programas sociales.
LA TENDENCIA SE MANTUVO
En 2000, Andrés Manuel López Obrador, otro de los fundadores del PRD, ganó la jefatura de Gobierno con 37.7 por ciento de la votación (poco más de un millón 400 mil votos), sólo cuatro puntos por encima de su adversario más cercano, Santiago Creel del PAN.
Durante su gobierno, el desarrollo social se mantuvo con la pensión para adultos mayores y los comedores comunitarios, entre otros programas.
La tendencia de aprobación siguió en 2006, con Marcelo Ebrard con la coalición “Por el bien de todos”, conformada por el PRD, Convergencia y Partido del Trabajo.
En su periodo de gobierno, creó Prepa Sí y se instauraron exámenes médicos para la población, como las mastografías.
LA CUARTA OPORTUNIDAD
La victoria de Miguel Ángel Mancera fue contundente, 63.6 por ciento, el porcentaje más alto obtenido por el PRD en el Distrito Federal, con más de tres millones de votos.
Si bien es más recordado por su programa El Médico en tu Casa, según Canto Chian, también impulsó el derecho a una muerte digna, la interrupción legal del embarazo y el matrimonio y adopción entre personas del mismo sexo, convirtiéndose en un pionero en el país.
Sin embargo, el PRD ha tenido varias problemáticas que lo llevaron a este declive, como la inseguridad, la incidencia delictiva y, para Marván, una evolución catastrófica de la Asamblea.
"Terminó en un clientelismo descarado y además hay un problema de diseño institucional: los asambleístas tienen facultades de gestoría y han aprobado presupuestos personales para eso”.
Es así que varios de sus militantes como Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Encinas o Martí Batres abandonaron las filas del partido y, algunos se anexaron al Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
A dos décadas del triunfo de Cárdenas, las promesas de lo que queda del PRD (con Alejandra Barrales contendiendo por la Jefatura de Gobierno de la CDMX) no fueron suficientes para darle continuidad a un gobierno social, que representaba a una izquierda fuerte. Ayer fueron vencidos por la otra arista del movimiento, uno que sí logró convencer a los capitalinos.
Con información de Excelsior.
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